Mi amor de 6 meses

El dios de la primavera

Desde niño he estado rodeado de plantas, animales y las ninfas, mis protectoras, y solo una vez he ido al Olimpo, donde gobierna mi padre.

Algunos caballeros del Olimpo, le pidieron permiso a mi padre para cortejarme, él se los dio, y ellos me daban regalos para poder ganar mi amor, pero mi madre hizo que devolviera todos y cada uno de ellos, ya que para ella, ninguno de ellos era digno de mí. Así mi madre me llevo a un bosque hermoso, lejos del Olimpo y de pueblos humanos, mientras mi madre hacia sus deberes de diosa de las cosechas, yo me quedaba en ese bosque junto a las ninfas, animales y plantas que vivían ahí, jamás estaba solo, entonces, ¿por qué me sentía así?, no lo sabía, pero me sentía más solo con cada día que pasaba hasta el punto de sentir una tristeza inexplicable.

- Anthony - llamo mi madre.

- ¿Sí, madre?

- ¿Qué tanto piensas mi hermoso narciso?, ¿te pasa algo?

- No lo sé con exactitud madre...

- Puedes contarme lo que sea mi pequeño.

- Lo que pasa es que me he sentido tan solo y triste sin explicación alguna.

- Yo siempre estaré contigo pequeño, ya no te sientas solo, mamá está aquí - dijo mi madre mientras me abrazaba.

- Gracias, madre - dije regalándole una sonrisa, pero aun con sus tiernas palabras no dejaba de sentirme solo e incompleto, como si algo me faltara, teniéndolo todo.

- Me tengo que ir mi hermoso narciso, tengo que hablar con tu padre, pero descuida que volveré - dijo mi madre con una sonrisa y partiendo hacia el Olimpo.

- ¡Y yo aquí te esperaré! - le grité.

Con un suspiro me pare de la roca donde estaba sentado y fui a la parte del bosque donde crecían las más hermosas flores.

- ¿A dónde vas Anthony?

- Iré por flores.

- Es peligro ir en estos momentos para esa parte del bosque, el volcán Edna está en plena erupción.

- No tardaré - me miraron dudosas - lo prometo - ellas suspiraron.

- Está bien joven Anthony.

Sonriendo me dirigí hacia el volcán.