Sinceramente, Louis.

17

Marzo de 2014.

Esta vez la culpa no había sido de Louis, y si vamos al caso tampoco de Harry.

Simon Cowell, era la personificación del diablo en carne y hueso, cómo ser humano, pero sin sentir, lo único que podría llegar a cosquillearle el estómago era el sufrimiento de los demás, que claramente en el causaba felicidad.

Louis había llorado toda la noche, y su pecho dolía como si le hubiesen clavado un puñal recientemente. Después de tanto tiempo con Harry lejos pensó que al fin podrían amarse sin ser interrumpidos. Pero no, al castaño la vida no le jugaba una buena partida.

Era temprano, Louis entro a la universidad para no cruzarse con Harry, pues este último siempre llegaba un poco más tarde.
No quería verlo, por que cuando eso pasaba todo en el se revolucionaba, se volvía un campo minado de hormigas que le cosquilleaban todo el estómago, se sentía tan bien, pero teniendolo lejos no.

Decidió evitarlo la mayoría del tiempo. Harry no quería buscarlo, no quería hacerle más mal del que le había hecho, aunque realmente no era su culpa.

Louis pensaba que Harry no lo quería realmente, por que si fuera así lucharía por él, y no era así, el rizado ya no sabía que más hacer.

Parecía un karma, cuando sus vidas comenzaban a tomar color todo se desmoronaba, sin dejar pedazos sanos, sin poder reparar el daño