EDWARD
Quería hacer las cosas bien. Si iba a dejar mi vida criminal para vivir con mi Bella, debíamos casarnos.
Eso me llevaba a necesitar un anillo, quería pedirle que sea mi esposa cuando estuviéramos en Miami. En uno de esos perfectos atardeceres frente al mar.
Y anhelaba con toda el alma colocar en su dedo el mismo anillo que llevaba mi madre en vida. Tendría que tragarme el orgullo y pedírselo a Esme, que guardaba las pocas cosas que heredé.
Mi avión salía a medio día. Tiempo suficiente para hacerle una visita corta a mi madre adoptiva, ella sería la más feliz al saber que por fin dejaría este estilo de vida.
Llevé a Bella a la universidad muy temprano y fui a casa de los Cullen. Estacioné mi auto sin encontrar todavía valor para bajar.
Entonces vi a Esme saliendo de la casa, tal y como la recordaba, el mismo rostro en forma de corazón y la miraba maternal. Bajé del auto para enfrentarla.
Al verme corrió hacia mí y me abrazó.
—Has vuelto, has vuelto— decía llorando.
—Mamá—ella más que nadie se merecía ese título.
—Edward, ven— me llevó dentro y me sirvió café y galletas. Me miraba con tristeza.
— ¿Cómo estás?— preguntó
—Bien.
— ¿Seguro? ¿Te alimentas bien? ¿Comes a tus horas?
—Si, nunca me salto las comidas. Quería verte— sonreí.
— ¿Sigues en "eso" verdad?— era su forma de referirse a los asaltos.
—Sí. Estoy a punto de retirarme— sus ojos se volvieron felices.
— ¿En serio? Puedes volver a la casa, te hemos extrañado tanto— ofreció.
—Volveré… pero no a vivir aquí. Verás… voy a casarme— le confesé.
Ella tenía una gran sonrisa estampada en su dulce rostro.
— ¿Cuándo? ¿Con quién? ¡Edward me haces tan feliz!
—Todavía no se lo he propuesto pero sé que aceptará. Su nombre es Bella, bueno Isabella Swan. Voy a asentarme en Chicago, buscaré un empleo, tal vez termine la carrera.
—Es… maravilloso. ¿Y ella en que trabaja? ¿Qué hace?— preguntó.
—Estudia leyes. Está a punto de graduarse, trabaja en el bufete Weber cerca de la central de policía— me miró algo nerviosa.
—Ella… ¿sabe a qué te dedicas? ¿Está enterada?—preguntó con miedo.
—Sí. Ella sabe todo de mí. Me acepta como soy pero me ha hecho cambiar. Ahora quiero una vida normal, una casa, hijos… un perro— sonreí.
—Me alegro mucho por ti hijo. Necesitas el anillo de Elizabeth ¿cierto? A pesar de todo eres tradicionalista. Sabía que algún día vendrías por él. Acompáñame— me llevó hasta el estudio de Carlisle. Abrió la caja fuerte de dónde sacó una pequeña cajita cuadrada de terciopelo negro y un sobre.
—Aquí está, el anillo de tu madre— me entregó.
—Tú eres mi madre— le sonreí y me devolvió la sonrisa. Me alcanzó el sobre que había sacado.
—Esto es para ti. Tal vez no te sirva nunca pero tenlo por si acaso— lo abrí, dentro había varios papeles, un acta de nacimiento y una cedula de identidad.
ESTÁS LEYENDO
ENEMIGO PÚBLICO -Terminado-
Fanfiction—TERMINADO— (Mayores de 18 años, contenido sexual explícito) Todos los personajes le perteneces a S. Meyer, sólo la trama es original. QUEDA PROHIBIDA TODA COPIA SIN PERMISO DE LA AUTORA Introducción: Chicago, 1925, Edward Masen es un avezado asalta...