Una mañana como cualquiera, T/N acude al sanatorio Smith's Grove; aquél prestigioso establecimiento para criminales dementes en el que ejerce sus servicios como enfermera general.
Sin embargo, su jornada laboral daría un giro de 180° cuando debe ha...
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Michael bajó la mandíbula. Su corazón latía a una velocidad increíble, como nunca lo había hecho antes. La adrenalina corrió por sus venas, intentando apaciguar los pensamientos lascivos que se apoderaban de su mente cada vez más, pero fracasó. T/N presenció el cálido aliento del criminal golpeandola en el rostro y allí supo lo que vendría a continuación.
Un montón de ropa cayó a los pies de la enfermera, quedando completamente desnuda ante la mirada de Myers quien, tras apreciarla en un estado de suma vulnerabilidad, tragó el nudo en su garganta. Dedos callosos y palidezcos se retorcían contra la bata celeste, agravando el ritmo de sus respiraciones.
Sin embargo, dudó en tocarla. Ya se ha encontrado en este tipo de situaciones, a pesar de que jamás tuvo la oportunidad de descubrirse así mismo tan intimamente ...
Pronto, los dactilares de ella se hallaron recorriendo a lo largo del pecho ajeno, ascendiendo hasta alcanzar sus hombros.
- Michael ... - susurró, suavizando sus expresiones.
Dicho esto, Michael coló una mano sobre su cabellera. Quería sentirla, disfrutar de la textura de sus mechones rebeldes que le rozaban la palma. Cuando sus ojos coincidian con los de la joven mujer, juraba que todos sus problemas se desmaterializaban.
Tras alrededor de 5 segundos, la presión en el pecho del interno comenzó a intensificarse conforme la chica se esmeraba a ponerse de puntillas.
- Ven aquí ... Anda. - demandó en tono firme, sin rastros de miedo o inseguridad si quiera.
Él asiente, inclinando la cabeza de un modo que le permitiera estar a la altura de T/N. Sus miembros superiores se envolvieron delicadamente en la espalda baja, atrayendola hacia si mismo y cortando la distancia que los mantenía divididos. Era un hombre gigantesco, capaz de romperla en miles de pedazos.
No obstante, el rubio concluyó que eso no será posible. Ya no más. Fue T/N la única que se tomó la delicadeza de tratarle con cariño, sin juzgarlo por los crimenes horrendos que cometió en epocas pasadas.
Acariciando los pomulos del altísimo hombre, la femina presionó un beso tímido en sus labios carnosos. Un beso que denotaba cariño, pureza ... inocencia. Palabras que dentro del vocabulario de Michael, habían dejado de ser relevantes.
Al menos, hasta ahora.
Michael no fue recíproco en el acto. Su boca permaneció cerrada, mordiéndose la mejilla ínterna. Estaba perplejo, atónito por aquél inesperado avance.
- Tranquilo, no te haré daño ... - ronroneó, inmovilizando al paciente en un agarre firme y estremecedor.
Para desgracia de T/N, Myers acabó apartándose. Un gesto decepcionante fluía de las expresiones contrarias y la enfermera se vio forzada a ceder.
Otra vez, su incompetencia y falta de profesionalismo arruinaron las cosas. No sería capaz de soportar una nueva humillación.
Lagrimas calientes descendieron de sus mejillas ruborizadas, perdiendo los estribos.
