Una mañana como cualquiera, T/N acude al sanatorio Smith's Grove; aquél prestigioso establecimiento para criminales dementes en el que ejerce sus servicios como enfermera general.
Sin embargo, su jornada laboral daría un giro de 180° cuando debe ha...
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La suave y gélida brisa que desprendía el aire acondicionado azotó la sensibilidad de sus brazos, haciendo que la piel se le pusiera de gallina. Pero las bajas temperaturas que asediaban las cuatro paredes del consultorio ni su más reciente encuentro íntimo con Michael se comparaban a la presencia de aquella mujer. Había algo siniestro en su mirada, en la manera en cómo la escaneaba de pies a cabeza ... Nada bueno saldría de esta reunión.
"Debe ser obra de Loomis. Fascinante." pensó para sí misma, envolviendo las falanges alrededor de la correa de su bolso en un agarre firme, casi temerosa ante las verdaderas intenciones de la enfermera veterana.
Finalmente, T/N cedió a la invitación.
— ¿Qué tal? ¿Todo en orden? — los codos de Constance descansaron sobre el escritorio, entrelazando los dedos. Una expresión serena se halló reflejada en su rostro.
— ... No me quejo. Han sido meses difíciles, pero pude lograr mi objetivo principal. — respondió la ajena, tensando los labios en una línea firme. El temor de que las marcas florecientes en su cuello quedasen expuestas era tal, que juraría lanzarse por la ventana más cercana antes de tener que dar una explicación.
Constance le dedicó una sonrisa aparentemente comprensiva que con el paso de los segundos, fue transformándose en una mueca de enfado. T/N se percató de esto y los nervios abrumaron cada fibra de su ser.
— Oh. — reanudó la mujer, desviando los ojos de la chica. — Eso suena demasiado contradictorio, tomando en cuenta que su avance con Michael es nulo.
Las palabras de la señora eran puñaladas a los oídos de T/N. Puñaladas recias, duras, contundentes; enterrandose en su pecho y ocasionandole graves heridas internas. ¿Sus métodos no eran lo suficientemente buenos?
Tragó el nudo de su garganta, indispuesta a dejarse pisotear. Muchas personas lo hicieron a lo largo de su estancia en Smith's Grove y ahora, no se lo permitiría a nadie más.
Sin embargo, a pesar de los ataques, T/N mantuvo una postura educada. Rebajarse a la altura de alguien nefasta y que encima, la superaba en conocimientos y cierta experiencia dentro del sanatorio no sería algo muy profesional de su parte.
— Yo no ... Entiendo de qué me está hablando. — la enfermera novata se sujetó de las manos, inclinando su peso hacia adelante. — Quiero decir, ¿no ha visto los grandes progresos en él? Michael está mucho más tranquilo y los accidentes han disminuido un 90%. Ningún personal se halló involucrado en situaciones de riesgo desde mi supervision y eso es verídico.
— Si ... es verídico, pero no el motivo inicial de este agradable encuentro entre usted y yo.