OTP Challenge

Ink & Dream

Día de Playa. 

          El artista dio una última pincelada y oculto su trabajo cuando escuchó el portal abrirse a su espalda. 

—¡Ink! ¿Qué sucede?—

Los rápidos pasos del sueño le llevaron hasta la orillas de la playa, su preocupación le hizo concentrarse en la imagen de su compañero antes que en su entorno.

—¿Todo está bien?... Me preocupe cuando me llamaste de pronto—pero sus palabras se silenciaron cuando los brazos de Ink rodearon su cuello y le acercaron lo suficiente para que la distancia fuera nula.

Clank.

—Recordé algo... Creo—

comenzó el distraído esqueleto de enorme pincel mientras sonreía ampliamente ante el dorado en el rostro del sueño, se sintió orgulloso de su creación en aquella imagen avergonzada y al parpadear su cuenca izquierda mostró un corazón rosa pastel.

—Le habías dicho a Blue que no conocías el mar... O ¿era Blue quien no lo conocía? En todo caso mira este lugar, lo encontré mientras estaba revisando que no hubiera algún problema, había visto mares tan grandes como este en oceantale, pero en ese universo no había una playa con arena tan bonita ¿Sabes dónde también hay una arena bonita?... Debía ser creo en ese Au que Error casi destruye... Por cierto no ha hecho ninguna de sus maniobras, me pregunto si estaran planeando algo nuevo ese grupo— Se llevó ambas manos a las caderas mientras hablaba…

La figura en sus zócalos cambio a un signo de exclamación y uno de interrogación, Dream le había tomado del hombro para acercarse a besar la mancha de tinta en su pómulo.

—Gracias— susurró cuando se separaba un poco mientras desnudaba su mano derecha para poder acariciar el rostro del artista para luego separarse por completo para tocar el agua del mar por primera vez, tal vez un comportamiento más infantil y curioso.

Ink por su parte se había quedado quieto por algunos segundos antes de tirar toda la tinta que se acumuló en su boca y evitando manchar al soñador. 

—...—Había olvidado lo que tenía en mente. 

—Nunca fui a la playa... Ink, muchas gracias por llamarme aquí— le dedico una sonrisa y extendió su mano para pedir que se acercará.

El pintor no tuvo que pensar más en lo que tenía en mente antes de que Dream llegara, su mano mantenía encerrado el objeto que había creado para él. 

—Dream, primero... Antes de que lo olvide— rio al entregar un collar que acababa de dibujar, solo era una concha que encontró al llegar y que creyó bonita, creó el cordón para atarla y ¡listo! Tenía algo que deseaba entregarle al soñador.

—Ink...— aun si no sentía las emociones del menor en su interior, podía conocerlas con ese tipo de detalles, el brillo en la estrella de su cuenca derecha y la tinta que derrama cada que sus bocas chocan con suavidad. 

—Antes de ti... No había ido a muchos lugares, antes de ti, creo... no conocía mucho de la vida... Ink, soy feliz de haberte conocido— tomó aquel pequeño objeto y no tardó en colgarlo en las vértebras de su cuello.
—

Pronto te regalare algo a ti—.

—Dream, tu eres mi mayor tesoro— tomó al guardián de los sueños entre sus brazos y corrió al mar para bajar el calor que en su calavera se volvió una imagen multicolor. Dream tenía la habilidad natural para hacerle sentir nervioso al igual que feliz sin necesidad de un exceso del vial amarillo, pese a que todas sus emociones eran una simulación gracias a la pintura... 

Aun así, le había aceptado ante su esencia artificial e incluso se atrevió a hacerle malos chistes como aquel de no temer que se volviera adicto a su aura.

Dream sonrió aquella vez, pero podía sentir una opresión en su alma tras aquellas malas bromas ante la condición de Ink...podía entenderlo, -de algún modo-  él también era un ser sin un alma real, usaba algo mas para simular... Posiblemente eran un poco más parecidos de lo que Ink creía.

Rio al sentir sus huesos mojarse y agradeció ser un esqueleto que no necesitaba respirar, Ink tuvo más problemas para moverse ante el exceso de ropa, pero su pincel fue un gran aliado a la hora de flotar.
Ambos rieron a carcajadas antes de intentar arrastrarse hasta la orilla.

Al parecer nunca habían tenido un día de diversión en la playa, pero a su modo... Aprendieron a disfrutar.