El amor no siempre funcióna como nosotros queremos. Lo que nunca debería acabar, muchas
veces termina teniendo un final trágico.
Lilianne Denali había experimentado eso. Había decidido cerrarle las puertas al amor y
continuar su existencia viviend...
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Hacía tiempo que la ciudad se había convertido en un lugar inseguro, las noches estaban cargadas de monstruos, eso la gente lo sabía, pero nunca faltaban los borrachos vagabundos. Lili no era fan de alimentarse de ese tipo de sangre pero su presencia en el pueblo comenzaba a notarse y la comida escaseaba, por lo cual no dudo en acorralar al hombre y morderlo.
Garrett la contemplaba fascinado por su figura, lo divertía verla satisfacerse con su, ahora habitual, actitud fría. Le encantaba. Le encantaba su pelo rubio, le encantaban sus ojos rojos enmarcados por espesas pestañas, le encantaba su piel blanca y suave y sonrisa provocadora. Pero aún más, le encantaba que supiera el poder que tenía sobre él.
Sabía lo que causaba en él y por eso lo provocaba.
Dejando al hombre casi muerto a un lado, Lili se centró en Garrett. Se mordió los labios provocativa incitándolo a ceder ante ella. Unas cuantas gotas de sangre manchaban su escote y el no podía hacer más que desearla. El hombre moribundo permanecía apoyado en la pared, Garrett avanzo dispuesto a terminar lo que ella había empezado cuando lo detuvo una voz totalmente ajena a ellos.
- Carlisle los necesita -
Ambos se voltearon sorprendidos, uno más que otro, por la inesperada visita. Rosalie y Emmett Cullen los miraban desde una distancia prudente, Lili no necesito mirar dos veces a Garrett pues su sonrisa lo delataba.
- No cuenten conmigo – totalmente reacia se apartó de él y volvió a su apartamento procurando no caminar cerca de la pareja.
Le había costado todo su autocontrol mantenerse cuerda los segundos que tardo en entrar a su refugio, pero una vez allí no se limitó. Grito y tiro todo cuanto estuviera a su alcance intentando quitar ese sentimiento amargo que se había instalado en su estómago, si Rosalie y Emmett estaban allí era porque Edward no era tan “caballero” como se creía y había mandado a otros a realizar el trabajo sucio por él.
Lili no tenía ni un solo pelo de tonta, ya no, y pensar que Carlisle estaba detrás de ese llamado era absurdo, él era un vampiro respetable, Lili no tenía dudas de ello, pero también sabía que era demasiado confiado y complaciente. Y ella odiaba a las personas así.
En ese momento más que nunca.
Descubrió que aún estaba sedienta y sin ánimos de ignorar su hambre se dio vuelta dispuesta a beber de cuanta alma caminara por las calles de la ciudad, pero apenas lo hubo hecho se encontró aprisionada entre los fuertes brazos de Garrett.
- No, no, no. Primero vas a escucharme – insistió ante sus forcejos, el entrenamiento comenzaba a dar frutos – tampoco me resulta cómoda esta situación pero creo que si necesitan ayuda deberíamos dejar de lado nuestras diferencias –
- ¿Nuestras diferencias? Lo nuestro no son diferencias, Garrett. Es la inevitable realidad; los Cullen siempre piensan primero en su propio bienestar, no volveré a pisar Forks nunca más – se negó escupiendo con odio las palabras, había dejado de forcejar porque sabía que él no tenía la culpa pero aún continuaba molesta.
- Tal vez sea así – hablo una voz detrás de ellos, Lili odio tener que escuchar a Rosalie –
pero deberías escuchar lo que Carlisle tiene que decir, porque toda tu familia está metida en esto –
Fue inevitable que ante la mención de los suyos Lili no prestara atención, recordó la inesperada llamada de Kate y entendió que realmente era importante. Resignada y molesta ignoro totalmente a la pareja y se volvió hacia Garrett.
- Luego no me culpes si le arranco la cabeza a alguno de esos hipócritas -
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