El amor no siempre funcióna como nosotros queremos. Lo que nunca debería acabar, muchas
veces termina teniendo un final trágico.
Lilianne Denali había experimentado eso. Había decidido cerrarle las puertas al amor y
continuar su existencia viviend...
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Nadie más que la naturaleza eran expectantes de la pasión que se desbordaba entre la pareja.
La camisa de Garrett yacía tirada varios metros lejos de ellos, Lili ya estaba totalmente desnuda de la cintura para arriba.
La espalda de la rubia se arqueaba del placer que la boca de su amante le brindaba; Garrett besaba y lamia su cuello acariciando cada tanto la piel con sus dientes. Las uñas en las pequeñas manos de Lili se clavaban en su espalda deslizándose para liberar algo de la tensión que su níveo cuerpo cargaba. Los labios de Garrett bajaron más hasta la unión de sus pechos y los gemidos de Lili se hacían más fuertes.
El ruido de una rama rompiéndose los separo y sin mirar Lili creo una masa de hielo que se clavó apenas unos centímetros de la cabeza del intruso.
Edward estaba en pie a unos metros mirando el rostro de Lili con completa seriedad, por instinto ella cubrió sus pechos con sus manos.
- Nos tomaremos unas horas para probar pelear en conjunto con todos – miro a Garrett – no se tarden – la rubia rodo los ojos y el desapareció.
- Maldito aguafiestas – murmuro ella repentinamente con malhumor – no es mi culpa que esa zorra no pueda complacerlo –
Garrett rio divertido por su berrinche, la miro levantar su ropa balbuceando maldiciones por segundos, se acercó a su espalda para ayudarle a abrochar su brasier, beso su piel fria y se apartó para vestirse.
- No es que me guste su interrupción pero tiene razón – hablo causando molestia en ella – vinimos aquí por una razón, lo mínimo que podemos hacer es cumplir con nuestra palabra –
- Fue tu palabra por si no recuerdas – se excusó cruzándose de brazos. Él le rodeo la cintura y besó su barbilla.
- Pero tú nunca me lo cuestionaste – sonrió mirándole el escote con lujuria – tal vez sea… porque ya no te soy tan indiferente - sonrió sorprendiéndola.
- Idiota – con falsa molestia ella se separó y emprendió camino hacia la casa.
Estaba comenzando a sentir cosas y él lo sabía, sabía que no solo era su increíble cuerpo lo que la distraía. Ya no era secreto que su frio corazón comenzaba a ablandarse.
Cuando llegaron al punto de encuentro ya varios los esperaban. Rosalie, Emmett, benjamín, Kate, Tanya, Bella y Edward. Estaban en círculo hablando de las diferentes tácticas que podrían usar, tenían como ventaja varios dones y eso era bueno.
Las siguientes dos horas entrenaron en parejas; Rosalie con Tanya, Kate con Bella, Benjamín con Edward y Emmett, y Garrett con Lili. Era bueno que aprendieran a coordinarse porque toda la guardia tenía un buen entrenamiento y si la ocasión lo ameritaba no tendrían más opción que pelear.
Sin embargo para la pareja todo parecía un juego. Varias veces Kate los había pillado besándose o tocándose de mas, por supuesto eso no había pasado desapercibido por los demás, para Benjamín y Tanya era gracioso, Rosalie y Emmett no les prestaban mucha atención, pero Edward y Bella… por alguna razón ambos estaban furiosos. Tal vez era por su descaro… o tal vez por lo feliz y superada que lucía la rubia.
La mente de Bella no pudo soportar tanta felicidad emanando del rostro de Lili y decidida uso su don para golpear fuertemente a Kate, el ruido atrayendo la atención del grupo. Tanya ayudo a su hermana a recuperarse desconcertada.
- ¡¿Qué demonios te ocurre?! – Lili bajo de la espalda de Garrett avanzando hasta su hermana.
- Pelear con Kate es aburrido, necesito más acción – alardeo - ¿quieres probar tu fuerza? –
- Vas a arrepentirte de esto, loca – sus manos se helaron por el frio que desprendía el hielo creado - no debiste tocar a mi hermana –
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