El amor no siempre funcióna como nosotros queremos. Lo que nunca debería acabar, muchas
veces termina teniendo un final trágico.
Lilianne Denali había experimentado eso. Había decidido cerrarle las puertas al amor y
continuar su existencia viviend...
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- Haz estado raro, demasiado raro los últimos días. ¿Por qué no me dices que sucede? – lo cuestiono Lili sentándose entre sus piernas.
Había pasado una semana desde la noche en que Garrett se había sentido desfallecer al ver a la rubia en brazos de otro, una semana que el había utilizado para poner en vista que sus intenciones iban más allá que solo llevársela a la cama.
Para Lili al principio había sido raro, le molestaba que el pasara de sus intentos de coqueteo o que simplemente no reaccionara cuando lo tocaba. Besarlo ya no se sentía igual.
- Simplemente he estado pensando en la mejor manera para que entiendas lo mucho que te quiero – soltó sin darle mucha importancia a sus palabras, ella sin embargo quedo helada por su franqueza – pero parece que no lo estoy haciendo bien –
- Ya hablamos de esto, Garrett – reclamo apartándose por inercia – no quiero una relación –
- Y yo recuerdo haberte dicho que no me importaba y que no iba a darme por rendido tan fácilmente – replico sonriendo y apresando su cintura para acercarla más a el – aunque por ahora me conformo con esto – capturo sus labios sin permiso y tomándola de las piernas la apretó más a su cuerpo.
Al momento ella respondió acariciando su nuca y chupando con fuerza sus labios, acaricio con su lengua la de él y lo aparto para bajar a su cuello. Acaricio su pecho y lo raspo con sus uñas en un acto extremadamente caliente. Pero cuando el comenzaba a desabotonar su camisa ella se apartó por completo.
Con la ropa y el pelo desaliñado Lili troto hasta otro de los sillones, de entre los almohadones saco su celular que vibraba como loco con el nombre de Kate en la pantalla. Con el ceño fruncido Lili atendió rogando porque no fuera nada grave, hacia más o menos siete meses que no hablaba con ninguno de su familia.
- ¿Kate? – pregunto cautelosa.
- Lili – respondió la voz de su hermana, sonaba aliviada por escucharla – escucha no tengo mucho tiempo – se la oía apurada - ¿sabes algo de Irina? –
- ¿Qué? No. No he sabido nada de ninguno desde hace tiempo –
- Bien. Cualquier cosa me llamas – sin darle tiempo a responder corto dejándola más confundida que nunca.
¿En problema se habrían metido sus hermanas?
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