Cheque en blanco

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Cuando bajamos al lobby vi a Ale cerca de un arreglo de girasoles, al instante mi mente recordó algo, jale un poco a Juls para ir con Ale.

-Hola Val todo bien? Te puedo ayudar en algo?

-No, en realidad todo esta mal, pero  necesito un favor-ella asintió -bueno en realidad son dos, necesito que mandes a alguien a mi casa en una de las camionetas para que saquen todos los arreglos que se quedaron allá, no quiero ver ninguno.

-Ok, y el segundo?

-Se que esto no es del trabajo pero necesito que me ayudes a investigar quien los mando-mire de reojo a Juls que parecía muy atenta a mis palabras-estoy casi segura que esto es obra de mi madre pero antes de cruzar palabra con ella necesito saber que es cierto, me puedes ayudar con eso?

-Será algo difícil que en la floreria me den esa información pero lo intentare-miró a Juls-ustedes no se preocupen yo me encargó de eso y les aviso cualquier cosa.

-Ok, Gracias.

Caminamos hacia el mercado del pueblo me encantaba la comida de las fondas del lugar, la gente siempre era amable y comida muy rica.

-Quieres algo en especial de comer?-le pregunté a Juls que parecia absorta en sus pensamientos, me miró con los ojos brillosos intentando contener sus lagrimas, me detuve y la abrace por más enojada que estuviera no me gustaba verla llorar.

-Lo siento Val-dijo sollozando-eres un ser humano maravilloso e increible por eso me muero de celos de pensar que puedas estar con alguien más, tengo miedo de perderte-sonreí y la abrace más fuerte.

-Juls jamás me vas a perder-me retire un poco sin soltar su mano y la puse sobre mi corazón- resulta que mi corazón te eligió a ti, podremos pasar mil obstáculos y el jamás dejará de latir por ti, se que en el pasado viviste muchas cosas que te hacen ser insegura pero yo quiero darte esa seguridad que necesitas-limpie sus lágrimas y la volví a abrazar.

-Val de verdad crees que tu mamá mandó las flores?-se retiró un poco para mirarme-Después de este tiempo no te ha dicho nada, la verdad no creo que sea ella - en parte tenía razón pero mi mamá era muy inteligente siempre que se proponía algo lo lograba eso era lo que me hacía dudar de ella.

-Bueno eso no lo sabremos por el momento, te parece que comamos y recuperemos nuestro fin de semana libre? - le sonreí y seguimos caminando.

Hoy tenía pensado en pasear por la ciudad hacer cosas que jamás habíamos hecho juntas aunque con el problema de las flores ya era demasiado tarde al final decidimos seguir paseando y caminando por el pueblo que se había convertido en un lugar concurrido por la película que se estaba filmando y se veía a los actores pasear por las calles regalando fotos y autógrafos.

El domingo decidimos salir del pueblo porque al haber actores reconocidos había demasiados reporteros, no es que yo fuera una celebridad pero quería evitar que me reconocieran así que fuimos al acuario en la ciudad pasamos ahí todo el día. La pase a dejar a casa de Lupita y ahora yo estaba en pijama en mi sillón con música de fondo, mi café y leyendo Harry Potter amaba la lectura siempre nos lleva a otro mundo estaba tan absorta en la lectura que no escuche cuando abrieron la puerta ni mucho menos cuando entró sólo sentí una presencia que me observaba fijamente, todos mis músculos se paralizaron, mi boca estaba seca quise tomar mi celular que estaba en la mesa de centro pero mi cuerpo no respondia solo miraba al intruso que sin descaro me sonreía desde la oscuridad, se fue acercando y mi cuerpo ya en estado de alerta respondía.

-Que hace aquí?-dije haciéndome hacia atrás chocando mi espalda en el  reposabrazos, su sonrisa me erizaba el vello de la nuca sólo por verla. Se sentó a un lado de mi pero al instante me pare, mi cuerpo y mi instinto decía que me mantuviera alejada de él tome aire y formule una nueva pregunta- como es que entró a mi casa? - estalló una sonora carcajada que me hizo aún más entrar en estado de alerta.

La ConexiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora