Verdades en el funeral

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-Val, si sabes que odio que me mientan verdad? - cerré mis ojos ante la impotencia, aleje el celular de mi oído y solté una maldición, acerqué mi teléfono y respondi:

-Si, lo se. Prometo hablar cuando llegué a casa ok? -

-Con la verdad, no soy tan bebé como lo creen -Sonreí, Gretchen era una niña demasiado lista.

- Prometido chocolatito - Colgó la llamada. Tomé aire y me senté en la orilla de la banqueta puse mis codos sobre mis rodillas y deje descansar mi cabeza sobre mis manos, deje escapar un gruñido de frustración. Sentí una mano sobre mi hombro y mire a Ale.

- Hola Vale todo bien? Pasó algo más?

-Hola, pues la verdad más o menos - le dije con sinceridad - no hay avances con lo de Sergio y pues acabó de colgar con Gretchen y me pidió que le diga que pasa.

- Esa niña es increíble, y que vas a hacer?
- Pues hablaré con ella esta tarde después de que termine toda esta pesadilla - volví a descansar mi cabeza en mis manos. Frustración, impotencia y miedo eran los sentimientos que regían en mi cuerpo estos momentos, todo la vida había transcurrido tan rápido en sólo una horas.

No entendía que es lo que había pasado con el mundo, que interés tenían todos en hacer de mi vida un infierno. Respire hondo, aun tenía esperanza de que Sergio hablará pero en su situación era casi imposible - Ale, pudiste hablar con el nieto de Chivis? - Sabíamos que Chivis sólo tenía tres nietos Osvaldo el mayor estaba casado y vivía en el pueblo, y los mellizos  Luis que muy poca gente lo conocía y Paloma.

- Si, por fin lo pude contactar le explique lo sucedido y me dijo que venía para acá, sonaba muy afectado pero por lo que pude investigar no la frecuentaba mucho - se encogió de hombros muy típico pense, después de que la gente muere es cuando vienen los remordimientos de los hubieras - Vamos adentro, ahí está Juls.

Nos paramos y nos encaminamos a las puertas de cristal, abrí la puerta  Y en seguida me inundó el olor a flores, odiaba los funerales siempre eran igual. Nos acercamos a Juls que estaba sentada en silencio mirando a la nada, sabía lo que había sido Chivis en su vida, siempre la apoyo, estuvo a su lado desde que entró a trabajar en el hotel y perderla había resultado muy doloroso para ella, me senté a su lado y pase mi brazo por sus hombros en una manera de reconfortarla ella me miro y me regalo una sonrisa triste y me recargue en su hombro.

- Que hace él aquí?

-Mmm? Quien? - Seguí la línea de su mirada y vi a Lucho llorando, se acercó Osvaldo y lo abrazó, intercambiamos miradas preguntándonos que tenía que ver uno con otro, hice el amago de levantarme y Juls me detuvo.

-Espera - Nos quedamos sentadas observandolos hablar, cuando Luchó nos vio su primera reacción fue de sorpresa, pero algo le dijo a Osvaldo y camino en nuestra dirección.

-Necesito hablar con ustedes - dio media vuelta y camino a la salida, Juls y yo nos miramos sorprendidas pero no nos movimos del lugar después de todo era amigo de Sergio y no queriamos arriesgarnos a que nos hiciera algo. Él regreso y nos hizo la seña para que lo siguieramos.

-Vamos tengo una idea - me pare y le di la mano mientras desbloqueaba mi celular para mandarle un mensaje a los de mi seguridad para que estuvieran alerta por si intentaba algo, la detuve en la puerta hasta que recibí confirmación de que estaban preparados. Nos estaba esperando apoyado en un carro a unos 10 metros del lugar se acercó Ramiro a nuestro lado y caminamos, antes de llegar nos dijo

-Aquí estaremos al pendiente señorita - asenti.

-Que haces aquí Luchó veniste a terminar lo que empezó Sergio? -Dijo Juliana molesta a lo que Lucho endurecio el gesto y negó.

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