Terquedad de Amar

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"El secreto es saber para dónde vas, sin olvidar de dónde vienes"

Hacer planes nunca fue lo mío, mi madre me dijo que al hacerlos mi vida sería más fácil, pero no, para mí no fue así, mi vida se complicó más, la situación se descontrolo y pasaron sucesos que ni siquiera calculé, no tenía remedio, ni una opción triple "z" me hubiera sacado del problema en que me metí.

El problema no fue el plan, fue mi torpeza de creer controlarlo todo cuando en realidad la situación me controló a mi, ¿mi plan era bueno? Sí, más no contaba con algunos factores que alteraron el producto y al final salió algo que nunca quise.

También el problema fueron mis sentimientos, esa manía mía de querer controlarlos sin saber que al corazón no se manda.

Les contaré, todo comenzó el primer día de clases...

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No estaba preparada tanto física como emocionalmente para entrar a la escuela, genial, gran vida de mierda que llevo.

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Para ser honestos, mis ganas de asistir hoy a la escuela son nulas, mi cuerpo tiene resaca de cansancio y siento que en cualquier momento me puedo quedar dormida.

Suerte que voy en el turno vespertino, suerte que entró Hasta las 3.

Durante la semana pasada estuve viendo las cosas desde otra perspectiva y decidí que voy a dar lo mejor de mi en esta academia.

(***)

Voy en el transporte público, una de las desventajas de no tener buena economía, vengo sola ya que mi mamá se dedica a trabajar, una de las cosas que hago en mis tiempos libres es trabajar, antes de la escuela obviamente, entró a las 7 a.m. y salgo cuando terminó de hacer mi trabajo, por eso la mayor de las veces llegó tarde a los lugares, gracias al trabajo, los gastos de mi casa son muchos y a veces el sueldo de mi madre no alcanza.

En eso recibo una llamada de Terry -un conocido de la secundaria que desafortunadamente se quedo en la misma escuela que yo-.

—¿Aloh? —Pregunto iniciando la llamada.

—¿Ya estas en la escuela? —Pregunta él iniciando la llamada.

—No, entro Hasta las 3 y aparte eso no es asunto tuyo —Respondo molesta.

—Oye tranquila, que no seamos amigos no quiere decir que nos llevemos mal, solo quería decirte que entrabas a las 2, no se quien te haya dicho lo contrario, que te vaya muy bien en tu primer día, excelente llegando una hora tarde —Finaliza él y enseguida corta la llamada.

Maldito...

Mierda, voy media hora tarde, ni de chiste me dejan entrar.

(***)

Por fin llegue a la escuela, el reloj marca las 2:38 p.m.

Así que pues entrar al salón, espera...

No se ni que salón me toca, ni que materia ¿Acaso eso existe?.

Me dirijo a dirección y pregunto sobre que debo hacer al respecto.

Me dijo que debo ir a la página escolar, buscar mi grupo y descargar mi horario.

Eso fue lo que hice, así que en eso visualizó el salón, no sin antes pasar a cafetería a comprar un vaso de fruta para refrescarme y de paso quitarme el sabor amargo que me dejó el estúpido de Terry.