"Apuesta por ti, no por los demás porque terminarás perdiendo"
Bueno, como toda adolescente tengo mis escapadas y quedadas con un chico.
Si está claro que me gusta Nicolás pero, va mes y medio y ni siquiera me dirige la palabra, y estoy probando suerte con alguien, bueno realmente no estaba en mis planes.
Todo comenzó un día que salimos temprano de la escuela según por ser día festivo.
Y entonces yo no tenía planes así que Anthony se ofreció a llevarme al billar ya que iba ir a buscar a su amigo. Invite a Mía pero a la salida se perdió y se fue a su casa.
Salimos pero al parecer Anthony tampoco sabía dónde quedaba el billar, preguntamos y terminamos en un salón de fiesta, o sea cero que ver.
Luego preguntamos y dimos con él dichoso lugar, y al entrar, Dios mío.
Era como un bar de mala muerte y solo veía chicos mayores y entré en pánico, pero al parecer no fui la única y Anthony igual no le pareció. Buscamos a su amigo y nada.
Optó por irnos a otro sitio, había una plaza como a unos 5 minutos de la escuela. Nos subimos al bus para no caminar, nos bajamos y pues primero pedí un helado.
Anthony se ofreció a pagarlo, pedí uno de vainilla.
Pensamos en que hacer al respecto y encontramos una sala de juegos que parecían interesante.
Compró una tarjeta y de regalo nos dieron unas papas, yo me quede con las papas.
Primero pasamos la tarjeta y jugamos basquetbol. De ahí había en un lugar de ese hockey de mesa y apostamos.
Ahí empezó lo malo.
Más bien ahí empezó todo.
Siempre he ganado en este juego, soy casi experta, y en esta ocasión no pensé que fuera diferente.
Apostamos, aprendí a la mala que no es bueno apostar, aunque si no lo sabían soy fan de las apuestas.
Ahí estuvo lo malo. La apuesta era sencilla, si yo ganaba él diario me compraría la comida de la escuela, eso significaba lunch gratis. Y también que mi economía aumentaría ya que los gastos disminuirían. Pero... si él ganaba yo aceptaría un castigo un tipo reto pero ese se definiría después.
Primera ronda, estaba segura, la ficha sobre la mesa, y yo dispuesta a ganar. Rebotaba de un lado a otro y no permitía que entrara en mi portería. Un punto a mi favor.
Pasaron las rondas e iba perdiendo, ofrecí una revancha ya que se había terminado el tiempo.
Pasó un rato e iba 3-2, ganando yo por un punto. Tenía que recuperar la victoria y mi honor, qué diablos me estaba pasando. Yo siempre ganaba pero al parecer me topé con pared.
Terminó la revancha y no fue tan revancha, perdí amigos. Por una cantidad muy humillante que no mencionaré.
Era viernes y regresamos a la escuela media hora antes de la hora de salida, a donde me iba a recoger mi mamá.
Comenzamos a hablar de cosas triviales.
Salio el tema de quien me gustaba.
Le dije que Nicolás, y era cierto.
Pero también antes bromee, le dije que me gustaba él para ver su reacción.
Pero la que resultó sorprendida fui yo porque me dijo que yo también le gustaba.
Y mi cara era tipo —oh my good, lo veo y no lo creo—
Así que que empecé a preguntar sobre eso.
Hasta donde yo tenía claro él tenía novia y la amaba mucho.
Bueno... eso dicen todos los hombres antes de demostrar que en realidad son infieles.
Hombres.
Y bueno, decidí indagar sobre cuál sería mi castigo por haber perdido, cuál era el precio que tenía que pagar.
—¿Y entonces? —pregunto cambiando el tema.
—¿Entonces que? —me respondió confuso.
Debo admitir que era humillante para mi haber perdido.
Le daba Justo a mi ego.
—Ah, o sea que ¿Qué es lo que debo hacer por haber perdido? Tu me dijiste que luego me dirías —explique sin rodeos.
—Un beso —soltó así sin más.
—¿QUÉ? —me sorprendió mucho, esperaba que me pidiera hacerle la tarea o cualquier cosa, menos eso.
—Lo que escuchaste, tengo ganas de un beso tuyo y ya te dije que me gustas. El lunes sin falta te espero atrás de las oficinas.
—Pe...pe... Pero yo no acepté, que sea... otra cosa... Yo no... No soy de dar besos tan fácil. No es mi tipo —dije con nerviosismo.
Y era verdad, no les voy a negar que no había tenido novios, obviamente si pero... una que otra relación terminó porque yo no los quería besar. Para mi un beso era especial y no se le daba a cualquier persona.
Así que para mí ese era un precio alto.
Pero esa es mi consecuencia de andar apostando bien vergas y terminar perdiendo como Doña Pendeja.
—Está bien, el lunes... pero... no le digas a nadie... no quiero que eso llegue a oídos de nadie —acepte su propuesta.
Solo era un beso ¿no?
🦋🦋🦋
<lunes>
Dios mío, recuerdenme jamás volver apostar, ahora por andar de habladora y egocéntrica tengo que pagar el castigo, si algo tengo es que soy una persona de palabra.
Llego la hora de salida, y mi castigo se aproximaba.
—¿Vamos? —me pregunta Anthony, tristisimo.
—Okey.
Vamos a un lugar poco transitado para no correr riesgos.
—Pero solo uno ¿okey? —condicionó.
—okey.
Entonces se empieza a acercar y...
AYYYY NO PUEDO.
En eso me volteo y me besa la mejilla.
—No puedo, yo... no suelo besarme con cualquier persona. No poseo el poder de besarme con alguien que no quiera, si quieres mañana te compro unos tacos, pero no puedo hacer esto.
—De acuerdo, si no te sientes cómoda haciéndolo de acuerdo, pero me ganaré un beso tuyo, así me tenga que esforzar.
☣☣☣
Y eso fue lo que pasó.
Empezó que invitarme a salir, me compraba detalles, en la noche me mandaba mensajes lindos y todo bien.
Pero no era correspondido, no de la manera en la que él esperaba, si era lindo no lo niego y me gustaba su físico, pero no lo conocía, apenas u lo había tratado, pero no todo en la vida es el físico, duramos en esa situación como 3 semanas hasta que el mes de octubre comenzó a transcurrir.
Deje de contestar sus mensajes, y dejar de hablarle, hui de ahí, era lo mejor para los dos.
Al final de todo termine dándole un beso y nada más, relativamente si se lo gano.
Yo no podía ofrecerle más, estaba en trance.
En medio de no saber que hacer con mi vida.
Porque con lo de Anthony entendí que Nicolás no me gustaba en verdad porque su acaso habíamos cruzado una palabra en todo este tiempo, a mi lo que me gustaba de Nicolás era su físico, porque en realidad gustar como tal no porque no lo conocía, más bien me atraía, no había sentimientos ni nada, solo atracción.
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Terquedad de Amar
Teen FictionMe terminé de romper para completarte, pero nunca fui la pieza que te falta y terminé siendo otra obra destruida por la terquedad de amar