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"No quieras arreglar las cosas cuando ya están hechas mierda, porqué entonces las cosas te harán mierda"





Lunes, gran comienzo de semana.

Mis clases de natación hacen que mi vida sea menos trágica.

Me olvido del mundo durante una hora.

De echo, hay una compañera en el salón que dice que es nadadora profesional y no sé qué más.

Su nombre es Paola, fue una de las primeras cosas que dijo cuando nos presentamos.

No tengo nada personal contra ella pero no es de mi total agrado.

En cambio Mía no entiendo porque le tiene un odio profundo.

Es una clase de odio a primera vista.

Recuerdo que era por....

un chico.

Ah ya.

Ya sé porque la odia tanto.

Mía es la clase de persona que le gustan como 10 personas.

¿Si me explico?

Porque por decir, al principio le gustaba Coffee, después en nuestro salón hay un chico que se llama Rodrigo y también le gusta, después no se donde conoció a otro que se llama Diego y es el que le gusta actualmente, pero también recuerdo que ha mencionado un par de nombres antes.

Hablando de odio, decidí tratar de llevar la fiesta en paz con Matthew.

Dejar de lado mis miradas asesinas, mis comentarios agresivos y mis malas caras.

Bueno, quizás lo último no tanto.

Saben, yo podía jurar que amaba a Matt en algún momento, pero ahora después de todo, esos sentimientos cambiaron.

Es como cuando se te cae algo y se rompe.

Lo puedes levantar.

Sacudir.

Y lo puedes pegar para que vuelva a su forma original.

Obviamente va a servir, pero no queda igual, tiene esa marca de que él algún momento estuvo roto.

Así estoy yo.

Estoy de pie, pero en algún momento estuve rota.

Y mis sentimientos por Matthew no quedaron igual.

...

Ya que mis clases están muy aburridas.

Les contare la historia de como me gusto andar en bici.

Cuando yo tenía entre 5 a 7 años, pedí de reyes una bicicleta, ya saben, la típica bicicleta que trae llantitas de apoyo.

Que en vez de ser dos ruedas, son dos grandes y dos pequeñas de soporte en la llanta trasera.

Aprendi a andar en ella, era muy feliz.

De un lado a otro, en todas partes iba con mi bici.

Asi fuera a la tienda de la esquina, yo iba en ella.

Y así dure un tiempo.

Hasta que mi primo vino y la rompió.

No pregunten como sucedió eso, el punto es que la rompió y ya no servía.

Después mi mamá la dejó en el patio para mandarla a arreglar después, pero como ella trabaja desde siempre, normalmente no tenía tiempo.

Hasta que un día tuvo tiempo, la iba a llevar a arreglar pero había un detalle.

Terquedad de AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora