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Billy ; El dinero le sobraba. . Podía perfectamente comprar unos pasaportes , identidad falsa y empezar de cero en un país tropical.
Pero jamás lo haría, no sin Steve.

Adentro de la cárcel estaba lleno de corrupción, incluso entre los mismos empleados.
No fue difícil sobornar a un guardia de policía para que lo dejara entrar como uno de ellos.
Se hizo con el uniforme.

Cortó su cabello, con tal de no levantar sospechas. Y claro, lo ocultó bajo una gorra de la misma institución.
Entró con las manos en los bolsillos directo al comedor; eran las una de la tarde.

Y fue entonces que vio al castaño, mirando de mala gana su plato con el almuerzo insípido ; un caldo de color dudoso.

Se acercó a él, tocándole un hombro sutilmente.

—Harrington, Me informan que es tú turno de fregar la cocina, Acompáñame. —

—¿Otra vez? Imposib... —
Exacto, se calló en seco. Su expresión cambió radicalmente, tragó saliva. ¿En serio era él?,¿Cuántos sueños había tenido con que en realidad apareciera en frente suyo?

Billy miró a ambos lados antes de dedicarle una rápida sonrísa y guiñarle un ojo. Luego, volvió al semblante serio y le hizo un gesto con la mano.

—No quiero quejas, eso lo hablas con el jefe o qué se yo, vamos. —
Steve disimuló..Se levantó y lo siguió de ' mala gana' , mirando al suelo.

El rubio lo había encaminado directo al cuarto de suministros, uno de los muchos que habían dentro de cada módulo.
Lo empujó bruscamente, y seguido entró él.. cerrando la puerta con llave.

Antes de que pudiera decir algo, el moreno se abalanzó sobre él, apoyando sus manos sobre las mejillas ajenas para besarlo.
—Viniste.. en serio estás aquí. —
Susurró.

—Por supuesto,¿Creías que iba a dejarte, Baby?

"Hiм Аnd I " Вillч  x Steve. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora