You're my only one | #Kirikamiweek2019

Día 2: Mito o leyenda

Mito: Orfeo y Euridice
Mitología: griega
Personajes: Kirishima (Orfeo), Kaminari (Euridice), OC Cazador (Aristeo), Todoroki (Zeus), Dabi (Hades), Bakugō (Persefone).

[...]

-Que hermosa melodía. Toca otra.

-Lo que pidas.

Eijirō hizo sonar la lira que estaba en sus manos, tocando una melodía que salía de su corazón. Todos los días Denki le pedía que le tocase la lira y él, con gusto, deleitaba los oídos de su amado con melodías llenas de amor.

Eijirō y Denki eran felices en su matrimonio.

Y todo el mundo lo sabía.

Eijirō era conocido por su talento para la lira. Desde pequeño, Eijirō cautivaba a cualquiera que lo escuchara y eso lo ponía feliz ya que así era como comunicaba su sentir al mundo.

Por otro lado, Denki era un amante de la música que se había convertido en el fan número uno de las canciones de Eijirō.

Por estas dos cualidades, los dos jóvenes se enamoraron y contrajeron matrimonio.

Eijirō terminó la melodía y los aplausos de Denki no se hicieron esperar. Eijirō dibujó una sonrisa en su rostro.

-No sé cómo le haces pero me enamoras cada vez que tocas.

-Me alegra ya que esta canción en particular es lo que se escucharías si mi corazón pudiera hacer música cada vez que te ve.

Las mejillas de Denki se pintaron de un color de rosa. Eijirō, sin dejar de sonreír, se acercó al rubio para depositar un beso en los suaves labios del rubio.

[...]

En el bosque se hallaba Denki en camino para visitar al resto de dríades que conformaban sus amistades antes de contraer matrimonio con Eijirō. A pesar de haber vivido varios años dentro de la corte, Denki seguía yendo a visitar al bosque con permiso y bendición de Eijirō.

En mitad de su camino, un cervatillo salió corriendo seguido de una flecha que no pudo alcanzar al pobre animal.

Denki detuvo su andar y observó cómo el cervatillo desaparecía entre las profundidades del bosque, sin darse cuenta de un hombre que hacía presencia.

-¿A dónde se fue? - habló aquél extraño con voz demandante, asustando un poco a Denki.

-¿Q-qué?

-El cervatillo ¿Por dónde se fue?

-N-no sé.

El hombre observó duramente a Denki. Con una simple vista se podía saber que Denki era un dríade por lo que no le pareció extraño que el rubio le dijera que no sabía nada aunque no supiera mentir. El hombre simplemente dejó salir un suspiro sonoro y suavizó su mirada.

-Bueno, si no me vas a decir a dónde se fue el cervatillo, al menos dame un beso para olvidar que esta caza fue infructuosa.

Denki vio horrorizado al hombre que no paraba de acercarse cada vez más hacia él. Con el miedo en su corazón de ser forjado a más que un beso, salió disparado hacia las profundidades del bosque, con el deseo de perderlo y así regresar a casa sano y salvo.

Tanto fue su miedo hacia el cazador que no se fijó por donde pasaba hasta que sintió un agudo dolor en su tobillo, haciendo que detuviera su marcha y se viera la herida. Tanto fue su terror al ver una serpiente pegada a su tobillo.

Con rapidez, se arrancó la serpiente y la arrojó lejos de él. Rezaba que el veneno que la serpiente le pudo haber inyectado fuese mínimo.

Trató de levantarse pero el dolor cada vez era mayor, impidiéndole avanzar. Las lágrimas no se hicieron esperar.