Fairy Tail: Una Nueva Vida

Hadas vs Fantasmas 4: Relámpago Oscuro

El equipo se había separado luego de que dejasen a Erza encargarse del primer element four, confiaban plenamente en su compañera y amiga así que sabían que ella ganaría sin duda. Al llegar a un pasillo con una enorme escalera que se dividía en dos caminos hicieron lo evidente, dos por cada lado, Mira y Gray por la izquierda y Seilah y Natsu por la derecha, este último fue cargado por la etherias durante un trecho, hasta que se sintió levemente mejor ya que en el trayecto el gremio móvil había disminuido un poco su velocidad, Seilah llegó a la conclusión de que mientras a más elementos derroten menos velocidad tendría el robot, así que debían apurarse y hacer esto sin tonterías ya que esa cosa no estaba demasiado lejos de tocar tierra.

Natsu ahora era capaz de correr aunque no estaba a maxima capacidad todavía, si derrotaban a un elemento más podría entrar en combate casi sin problemas, los dos en un punto se toparon de vuelta con la misma situación, corredores que llevaban a caminos separados, uno era una escalera que llevaba al tercer piso, y el otro terminaba en una gran puerta.

Natsu aunque un poco inestable tenía la suficiente capacidad para usar magia, así que usó una técnica la cual le fue instruida en estos dos años por su amigo que manejaba casi todas las magias existentes, era una de reconocimiento, Natsu la llamó "pulso", esta técnica consistía en que el despliega una onda de calor en un radio de doscientos metros con efecto va y viene, la onda calorífica no lastimaba a nadie, lo que hacia era registrar la temperatura corporal de cada forma de vida que estuviese dentro del rango de alcance, y cuando la onda regresaba al cuerpo de Natsu, el podía saber si habia alguien en sus cercanías.

Seilah estaba frente a el así que fue registrada, pero más adelante justo detrás de esa gran puerta, Natsu detectó a un enemigo, en el piso de arriba logró sentir una presencia más, pero este estaba afuera del edificio, y lo que le pareció extraño es que estaba lloviendo, cosa extraña porque cuando entraron no había nubes que anunciaran mal tiempo, el como pudo saber que estaba lloviendo no es difícil, su "pulso" no suele funcionar bien con climas así, porque el agua fría de la lluvia hace que baje un poco la temperatura corporal, lo que hace difícil registrar seres vivientes. También detectó a Gray quien al parecer se había separado de Mira, el se dirigía hacia esa persona.

Bajo ellos estaba Erza la cual venía subiendo las escaleras, Natsu sonrió para si mismo porque el resultado fue el que esperaban.

En el piso de arriba osea el último de todos, habían cuatro individuos, uno era Mira quien iba en ascenso, lo sabía porque reconocía esa energía, el otro era Gajeel, quien se encontraba en un lugar bastante apartado, como si estuviese esperando a alguien, para Natsu, esa era su invitación. Las otras dos presencias eran de José, lo supo por la enorme aura que despedía el tipo, y otro era el último element four quien se hallaba protegiendo a su maestro.

Seilah dijo que se haría cargo del sujeto tras la puerta, y Natsu iría por su objetivo, así que una vez estuvo la situación clara ambos se separaron, no sin antes desearse suerte mutuamente, Natsu ahora sentía que podía confiar un poco en esta mujer.

Narro yo

Nos encontramos en la etapa final de este breve enfrentamiento, la mayoría de soldados fantasmas ya fueron eliminados, solo quedan unos 10, José los envió a su máximo potencial desde un inicio, pero nada pudieron hacer frente a Larcade y Whal, ambos son ridículamente poderosos, ellos se llevan el crédito de toda esta hazaña, los demás y yo solamente los apoyamos, es bueno que ahora tengamos buena relación con Alvarez, gracias a mi y Natsu en realidad, la verdad no quisiera pelear contra ellos, las cosas han cambiado demasiado desde que vine a este mundo, a como eran cuando las veia tras una pantalla, como que hay mucho más realismo, si la guerra contra Álvarez ocurriese en esta realidad, no cabría duda de que solo tres spriggan serían suficientes para liquidarnos a todos.