Devil |BTS|

Park Jimin. Sexy hombre de negocios.

Un juego de manos hábiles y engatusadoras fascina a cualquiera, no cabía duda de eso.

La cubrió por completo con su cuerpo e intento divertirse a la par. Escucharla gritar su nombre y verla morderse el labio lo excitaba, mentiría si dijera lo contrario. Era la tercera mujer esa semana, en esa ocasión, la hija del hombre más rico de Europa. Quería saciar su hambre, pero sabía que era imposible. Formó un rictus cuando sintió a la chica mover la pelvis. Su erección vibró y comenzó a penetrarla con fuerza.

Con una destreza inigualable, tomó la mano derecha de la chica y chupo sus dedos seductoramente. Jimin parecía conocer el cuerpo de cualquier mujer mejor que ellas mismas. Después de haberse posicionado como el rey de los negocios, decidió comenzar a juguetear con un par de chicas. Ambas mayores y excelentes maestras.

Luego, cuando se sintió lo suficientemente diestro, tomó a unas cuantas chicas de su edad y al sentirse apto, buscó entre el círculo social que lo rodeaba. Asmodeo, traviesa, le sugirió que jugará con un par de jóvenes. Y así fue como lo hizo, sorprendiéndose por lo placentero que era tener sexo con otro varón. Así fue como descubrió lo beneficios de complacer. Mientras más poder tenían esas personas, mucho más ganaba él. Y lo único que tenía que hacer, era volverlos adictos a su cuerpo.

— Jimin... tócame así —dijo ella, suplicante. 

Y lo hizo. Luego, todo acabó.

Su pecho se comprimió con una fuerza que desconocía. Podía sentir en ese mismo edificio a tres personas como él, uno de ellos, imponía con una fuerza que no había sentido jamás.

Asmodeo guardo silencio. Jimin se separó abrupto de la joven y sonrió con delicadeza.

— Cariño, tenemos que terminar rápido. Resulta que me ha surgido otro compromiso.

(****)

— ¿Es aquí en donde viviremos? — preguntó Hoseok al admirar el fino departamento de Kim Taehyung.

Tae asintió molesto, aún sin poder creer lo que estaba sucediendo. Su vida junto a Namjoon se había esfumado.

— Tuve que comprar un departamento más grande, después de todo, seremos 7 viviendo en una casa. Aquí hay 4 habitaciones — musito irritado. 

— A propósito ¿No se sienten raros? — cuestionó Hoseok cambiando de tema. 

NamJoon asintió ampliamente y después miró a Taehyung.

— ¿No te has percatado aún? — le preguntó.

Tae asintió.

— Aun no reconozco el sentimiento, cuando Hoseok apareció, Lucifer dejó de hablar.

— Amon también y supongo que Belfegor igual.

Hoseok le dio la razón.

— Presiento que hay un demonio más en este edificio —espeto.

Tae lo miró con irritación.

— ¿No me digas? ¿Seguro que eres un estratega? — preguntó sarcástico.

Hoseok lo fulmino con la mirada.

NamJoon podía notar la tensión entre esos dos, sin embargo, le era imposible saber la razón. Se sobó la sien y se sentó en el sofá. Si esa situación continuaba, iba a ser imposible convivir y mucho más trabajar en equipo.

— Se acerca —alcanzó a decir, intentando calmar la situación.

— Puedo sentirlo, también — dijeron al unísono.