Capítulo 5.

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Acarició sus muslos con rápida avidez y sintió un ligero escalofrío recorrer su cuerpo. Una afinidad increíble parecía estar bailando con la pareja y sus manos cuerdas, atrapaban la del otro con una maestría inigualable.

No se gustaban, ni siquiera se conocían, pero parecía que su historia había sido escrita y que de ser necesario, volverían al momento de partida aunque aquello resultara la muerte. Presentían que así era.

Jimin la beso en los labios, luego el cuello y recorrió sus clavículas con la lengua. Estaba terriblemente excitado. Por alguna razón, conocía ese cuerpo como la casa en la que solía vivir de niño. La calidez que emanaba de ese momento era enternecedor. Incluso estar dentro de ella le parecía cautivador, tanto que de haberlo pedido, Jimin entregaría su vida a esa mujer sin pensarlo.

Un sentimiento de nostalgia lo invadió cuando estaba a punto de llegar al orgasmo. Tomó las piernas de la chica con sus manos y bajó hasta la cintura para mejorar su agarre. Comenzó a penetrarla con más fuerza aumentando la velocidad; su mano derecha viajo hasta la intimidad de Lilith y comenzó a masajear su clítoris con una maestría inigualable. Sí, Jimin era un semental, pero el sexo con esa mujer iba más allá de su talento. No quería detenerse, deseaba prologar ese momento cuanto fuese necesario. La beso en los labios y sonrió satisfecho. La imagen cansada de la desconocida que se suponía debía entregar, le fascinaba. Lith le regresó la sonrisa y lo atrapó de nuevo para volver a besarlo.

Jimin era hermoso, quizá el joven más hermoso con el que había tenido sexo. Sintió sus piernas temblar y su pelvis en movimiento en busca de más. Sin darse cuenta, se encontró así misma suplicando por más hasta que finalmente... llegó.

(****)

Jimin despertó sobresaltado al recordad aquel momento. Se limpió el sudor de la frente con la sábana y volvió a recostarse. Al girar el rostro y sentir el otro lado vacío, recordó aquel día y como Lilith había desaparecido cuando despertó. Su ausencia pesaba como la costumbre de haber perdido a alguien que se tuvo siempre. Se mordió el labio inferior y se cubrió el rostro intentando dormir ¿Qué pasaba con tremenda frustración? Les había dicho a sus hermanos que todo estaba arreglado y que lo resolvería. Pero en realidad no tenía idea de cómo iba a hacerlo.

Los rayos del sol frustraron sus planes de volver a dormir y el estruendo que había abajo finalmente lo hicieron ponerse de pie.

Lo cierto era que no encontraba la manera de buscar a Lilith sólo por negocios, quería volver a tenerla en su cama y volver a tenerla en su cama significaba haber comido una gran cucharada de su propio chocolate.

Bajo al comedor aun con el pijama puesto y diviso a sus hermanos reunidos alrededor de NamJoon leyendo un documento que no alcanzaba a identificar.

Hoseok levantó la mirada al verlo y sonrió.

— ¡Jimin, eres un genio! —exclamó entusiasmado.

Jimin frunció el ceño extrañado y ladeo.

— ¿Lo soy? —preguntó desconcertado, al tiempo que se acercaba a sus hermanos para ponerse al tanto.

En la mesa estaba el contrato firmado por la mismísima Lilith.

NamJoon le sonrió.

— Jimin... esto ha llego por correo esta mañana. Lilith ha firmado el contrato y ha adjuntado una nota que decía "espero poder reunirme contigo de nuevo" —agregó el moreno, emocionado.

Jimin se aproximó entusiasmado y leyó la nota. Una sonrisa se dibujó en su rostro tan pronto como termino y se giró para buscar a sus hermanos.

— Vaya... es justo como lo planee.

NamJoon asintió y se puso de pie.

— Todo esto se debe a la inteligencia de Hoseok y a tu alevosía... Quiero decir que esto va bien —dijo y los abrazó—. Tan pronto como esto termine, todos volveremos a nuestra vida y pretenderemos que nada de esto pasó jamás.

Los chicos asintieron entusiasmados por volver a la normalidad y Taehyung se acercó a NamJoon tomándolo del brazo con fuerza.

— Es justo hoy cuando esa chica viene a mi exposición de arte... ¿Hay algo que debo hacer?

— Sí... sólo debes cautivarla —sentenció.

Taehyung levantó una ceja expectante y después ladeo desconcertado.

— ¿Cómo se supone que voy a hacer eso?

— A las personas nos gusta escuchar que hablen bien de nosotros. Somos egocéntricos, así que intenta elogiar hasta el mínimo detalle, incluso si no quieres elogiarlo, hazlo —agregó Hoseok—. Pero ten cuidado de no exagerar.

¿Elogiarla? Taehyung no estaba acostumbrado a elogiar a nadie, siempre era él el que recibía felicitaciones, así que sí debía decir que estaba en un embrollo, lo diría, pero a nadie más que a Yoongi, pues de todos, ese chico era el único que jamás lo reprendería. 

No olviden recomendar esta ff en todos los sitios posible xDPor favooorrrr

Devil |BTS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora