🍃.3.

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—Siganme por aquí, por favor, les guiaré a sus asientos privados —caminando detrás de la azafata, Levi no se esperaba que los llevará hasta primera clase. Gira a ver a Nico, quien camina detrás de él y sólo le da una rápida sonrisa.

Cuando salió de casa y subió al auto, Levi se dijo a sí mismo que haría todo lo que sus padres y amigos le aconsejaron; disfrutaría al máximo de aquel viaje. ¿Quién sabría cuando volvería a tener la oportunidad de viajar hasta Corea?

Un continente totalmente diferente, él, que ni siquiera había salido de Seattle durante sus 22 años de vida hasta ahora.

Lejos de los nervios y el terror que producía la idea de conocer a los padres de su novio, la emoción de visitar un nuevo país era realmente embriagadora.

—¿Qué es todo esto? —no pudo evitar preguntar, sosteniendo una pijama que estaba en su asiento. Puede decir que es más fina y suave que toda su ropa en el armario.

—Mis padres quisieron pagar los boletos. Esta bien, ellos tienen algunos negocios con la aerolínea. —respondió Nico como si nada, sentándose en el puesto al lado de la ventana. Levi puede pelear por el después, ahora está más interesado y curioso por los "negocios" que puede tener la familia de Nico con la aerolínea, como para poder obtener unos asientos en primera clase de un vuelo ya de por si bastante caro.

—¿Qué clase de negocios? —sentándose, Levi esperó a que la clara vacilación de Nico a responder, se disipara.

—Bienes raíces, inversiones con algunas compañías y otras cosas, nada interesante.

Subiendo y bajando los hombros como si no fuera nada, Levi comienza a sentir que algo extraño esta pasando. Rápidamente une los puntos y lo que se revela ante él le congela en el asiento.

—Entonces tu familia es como... ¿rica? —las palabras tiemblan cuando salen de su boca.

—Estamos cómodos.

Eso es exactamente lo que una persona súper rica diría. —Nico le da una mirada un poco preocupada y Levi debe tomar una respiración y relajarse por completo en el asiento, porque no quiere hacerle creer que es alguna clase de problema. —No es una gran cosa. —miente. —Sólo creo que es extraño que no tuviera idea. Usas mi contraseña de Netflix y sales a hacer ejercicio a ese viejo parque que esta a punto de caerse y huele mal.

Riendo un poco aliviado, Nico le regala una sonrisa tranquila y dice con bastante convicción: —Me gusta mucho ese parque, gracias. Y si, mi familia tiene dinero, pero siempre he pensado que no es mío.

—Todo esto... los boletos, ir hasta allá para conocerlos. ¿Puedo saber en qué me estoy metiendo?

Mientras Levi escucha más o menos la historia familiar de Nico y como él es ese hijo rebelde que se fue de casa por su cuenta, no puede evitar que los nervios y náuseas regresen.

Su familia sonaba de otro nivel, mientras que él es sólo un judío promedio que hace sólo unos meses vivía en el sótano de su madre.

Nico le asegura que no es nada, que son sólo una familia más, pero durante todo el viaje Levi sólo puede pensar en lo inferior que es para la familia Kim y de como puede que se lo coman vivo.

[...]

—Había un jardín de mariposas y un cine. —salta Levi de emoción mientras se abraza al brazo de Nico.

En el momento en que bajaron del avión, Kim notó lo tenso que estaba Schmitt, así que imaginó que darle un recorrido por el aeropuerto serviría un poco para calmarlo; lo cual logró.  Aunque, mirando a Levi con aquella sonrisa entre asombrada y alegre, realmente le hacía sentir culpable por lo que podría pasar ese fin de semana. Nico sabe más que nadie como es su familia, sólo espera que nada malo pase.

—¡Nico! —alzando la vista, el azabache se encuentra con la enorme sonrisa de su mejor amigo, quien lo saluda en la distancia.

Acercándose, Levi observa a la sonriente pareja que les espera en la salida del aeropuerto.

—Levi, él es Colin y su bellísima prometida Araminta.

Los saludos son amigables, la prometida del mejor amigo de Nico salta a abrazar a Levi, emocionada de conocerlo al fin.

—Nico nos a hablado tanto de ti. —dice ella con una sonrisa radiante. Es realmente hermosa, piensa Levi mientras intenta que su propia sonrisa no se vea tan incómoda como se siente.

—Espero que cosas buenas. —es lo único que se le ocurre decir intentando sonar gracioso. Y Araminta se ríe ligeramente, por lo que parece que funcionó.

—Obviamente. —dice atrapando el brazo del castaño para jalarlo hasta el auto, contándole todo lo que Nico les ha contado de él; Schmitt no tarda en ponerse rojo.

Detrás de ellos, Nico y Colin se ponen un poco al día.

[...]

Gomawo. —dice Nico en un perfecto coreano fluido que le pone la piel de gallina a Levi, quien realmente adora escuchar a su novio hablar en su lengua natal.

Al salir del aeropuerto, Colin y Araminta los arrastraron hasta un barrio de comida rápida donde Colin y Nico son conocidos; al parecer, parte de su adolescencia se basaba en comer allí luego de clases.

El azabache lleva deslumbrando a su novio con su coreano desde que llegaron, haciéndolo probar un poco de todo mientras explicaba cada uno de los platillos.

Levi no deja de sonreír aquí y allá viendo la comida de los puesto, tampoco para de preguntar por todo, maravillado por el ambiente y los olores que le atacan. Incluso logra que Nico suelte algunas viejas historias de su niñez en Seúl mientras le responde y Colin, quien es realmente agradable y divertido, agrega anécdotas de sus travesuras juntos; como la vez que Nico golpeó a un imbécil que los molestaba.

—Así que golpeaste a alguien. —suelta Levi con diversión entrando a la lujosa habitación de hotel que les pertenece esa semana entera. Se deja caer en la enorme cama doble y se siente en un sueño, todo hasta ese momento a sido tan perfecto, incluso Colin y Araminta.

—Si bueno, no sirvió de mucho. —Nico recuerda con diversión como terminó todo en aquel entonces.

Levi ríe, puede que esté un poco ebrio a final de cuentas. —Esta noche a sido increíble.

Recostándose a un lado del castaño, Nico acaricia sus desordenados cabellos y besa su mejilla con cariño. Adora ver a Levi tan risueño y despreocupado, aunque el alcohol tenga algo que ver.

—Me alegra que te hayas divertido.

—Seúl es increíble y sólo he visto una parte. Nico ¿por qué no habíamos venido antes? —girando su rostro, quedando cara a cara con su novio, Schmitt parece luchar entre el sueño y la conciencia.

—Si todo sale bien, vendremos las veces que quieras si tenemos tiempo —sin percibir los nervios de parte de Nico cuando se refiere al futuro, Levi sólo tiene cabeza para sonreír satisfecho, cerrando el espacio que lo separa de los labios de su pareja.

Nico no lucha, obviamente, no quiere preocuparse de nada más que de quitarle la ropa a Levi.

No quiere pensar en la fiesta del día siguiente, de la presentación de Levi a su familia y lo que sea que pase hasta el día de la boda y después.

Porque detrás de su siempre apariencia calmada, esta tan nervioso como el castaño.

Locamente millonarios. [schmico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora