Capítulo IV❤️

1K 68 12
                                    

Eran las cinco y media de la mañana, y como de costumbre (T/N) se despertó. Hoy era miércoles, por lo que le tocaba trabajar como bailarina y cantante en aquel bar de mala muerte.

Se levantó de la cama y se fue directa al baño, se dio una ducha corta,se secó el pelo y se lo peinó. Al salir del baño abrió el armario de su habitación y eligió su ropa.
Tuvo cuidado de eligir unas prendas que tapasen las marcas de las heridas de ayer, aunque no le quedaban muchas.
Escogió un top negro, a media manga, unos shorts vaqueros, unas sandalias simples y un collar que colgaba de su cuello.

Una vez que terminó de vestirse, se maquilló los moratones que le quedaban en la cara, y desayunó algo ligero.

Después de terminar su desayuno salió de su casa y se dirigió al trabajo. Como ella vivía bastante alejada del pueblo, tenía que salir de casa 20min antes de que empezará su turno. Salió de casa a las seis menos veinte de la mañana, y llegó al odioso bar a las seis en punto.Cogió la llave de debajo del felpudo que se encontraba dispuesto a ser pisado por todo aquel que entrase al bar. En cierto modo, ella se identificaba con aquel penoso felpudo.

Abrió la puerta y encendió las luces del establecimiento, cambio el cartel de cerrado por el de abierto, depositó las llaves sobre la barra del bar y comenzó a colocar las mesas, encendió las luces del escenario y en general, todas esas cosas que se hacen al abrir un bar cada día.

Aunque su trabajo sólo fuese cantar y bailar, el dueño del penoso bar le dijo que si no hacía todas esas cosas cada día la despediría, aunque no cobrará por ello.

Cuando término de arreglar las cosas del bar, se subió al escenario y espero a que llegasen las camareras y los primeros clientes

Ella bailaba y cantaba una dulce melodía , la cual era uno de los escasos buenos recuerdos que tenía de su miserable vida.

Mientas tanto, un joven azabache paseaba por el pequeño pueblo, había terminado de hacer las compras que debía hacer, o casi, ya que no encontraba una rara especia, lágrimas de zorro albino.

-¡¿PARA QUÉ DEMONIOS SIRVE ESA MIERDA?! - pensó en voz alta,ganándose así unas cuantas miradas indiscretas.

Ace se dio por vencido, y se dirigió al bar más cercano en busca de su "primera presa", el bar tenía buena música, pero el azabache se decepcionó profundamente al observar que el bar estaba completamente integrado por hombre, exceptuando algunas camareras que no le llamaban la atención.

-Y yo que pensé que podría tomarle la delantera a Tach... - dijo desilusionado, pero se percató de una dulce y fina voz entre todo el vocerio del bar.

Rápidamente el pecoso se giro en la dirección de la que provenía la dulce voz, y la vio.

Se quedó enbobado mirándola bailar y cantar, en verdad no sabe cuanto tiempo estuvo mirándola, pero fue por uno muy largo.

Una vez salió de su "trance" se adentró en el el maldito bar y se puso en la mesa libre más cercana al escenario.

La miró, vio el movimiento de sus carnosos labios mientras dulces palabras salian de ellos y miró como su cuerpo se mecia en una delicada coreografía al son de la música, la miró hasta que se le ocurrió la excusa perfecta para hablar con ella, pero nuestro hermoso pelinegro fue sacado de sus pensamientos por una camarera que se empezaba a impacientar debido a que no recibía repuesta alguna del azabache.

El pecoso dijo lo primero que se le vino a la mente y pidió una cerveza a la camarera.

Después de eso la camarera se fue en dirección a la barra y en cuestión de segundos ya tenía una cerveza fría encima de la mesa.

La cerveza se mantuvo intacta sobre la mesa durante varios minutos, hasta que el azabache vio como la chica de rojos cabellos bajaba del escenario, seguramente para un pequeño descanso.

Entonces Ace se bebió la fría cerveza de un solo trago, rápidamente se levantó de su asiento y sacó algo de dinero de su bolsillo y se lo dio a la camarera que con anterioridad le había atendido, y con un paso acelerado se dirigió hacia donde estaba la chica que hasta hace pocos segundos se encontraba siendo observada por él mismo.

La chica estaba saliendo del bar, entonces el pecoso la siguió.

-Esta es mi oportunidad-pensó el azabache mientras que una gran sonrisa se formaba en su rostro.

--------------------------------

Hasta aquí el capítulo de hoy, seguramente actualice sólo los fines de semana.

Si os ha gustado el cap votad y comentad para saber qué os está gustando uwu.

Nos vemos en la próxima actualización ❤️

Enjoy The Fire ❤️ [PAUSADA](Ace X Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora