Enjoy The Fire ❤️ [PAUSADA](Ace X Tú)

Capítulo VII❤️

-¿A qué te refieres con eso? - dijo con preocupación el joven de negros cabellos con una mueca consternada

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-Na-nada, no importa... - mustio la muchacha avergonzada.

-¿Estás segura? - preguntó extrañado el joven pecoso por el radical cambio de actitud de la peli roja que estaba a su lado.

-S-si, de verdad, todo está bien-______ estaba suplicando interiormente porque Aorozu llegase de una maldita vez, para acabar con esa incómoda situacion.

-Esta bien, por cierto,¿puedo hacerte una pregunta? - decía el azabache intentando relajar el tenso ambiente que se había formado.

-Ya has hecho una, así que adelante-soltó una pequeña risita, la pecosa había vuelto a su humor normal derrepente.

-Sí, es cierto - le contestó Ace soltando una pequeña risa al igual que su compañera. - Entonces... ¿Qué piensas sobre los piratas?

-Emmm.. Pues... - la peli roja empezó a pensar su respuesta, pero antes de poder contestar, el anciano entró en la habitación con un frasco en su mano.

-Dejad las charlas para luego - dijo en un tono de regaño hacia los jóvenes. - Hey chaval, toma.

El canoso anciano le tiro el bote que tenía en la mano al peli negro, el cual cogió el bote sin dificultad alguna.

-Muchas gracias señor,¿cuanto cuesta? - pregunto Ace mientras sacaba una bolsa con los Beris que le había dado Marco para comprar.

-Invita la casa, hoy estoy de buen humor - le dijo el canoso el peli negro mientras guiñaba un ojo y le daba un leve codazo al anteriormente mencionado.

-Oh, muchas gracias entonces, bueno, la verdad es que debería irme ya, me están esperando, espero que nos volvamos a ver. - dijo mientras empezaba a caminar hacia la puerta del hogar del anciano, seguido por su nueva "amiga" según su criterio.

-Esperame Ace-decía ____ intentando alcanzar al pecoso, y para evitar que siguiera avanzando sin ella, le tomó del brazo.

Ambos jóvenes salieron del hogar del Aorozu, el cual les observaba atentamente.

-Parece que la pequeña se hizo mayor-dijo en un pequeño susurro nostálgico el viejo curandero.

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-Bien, tengo que volver al barco, pero te espero mañana por la mañana en la playa ¿verdad? - el peli negro dijo con una sonrisa en su rostro.

-Porsupuesto que si-le contestó enérgica la joven con una sonrisa igual de grande que la del peli negro.

La joven, a forma de despedida le dio un pequeño y tierno beso en la mejilla y un corto abrazo, el cual correspondió un tanto sonrojado el pecoso.

Cada uno de los pecoso a se fue por su lado, el azabache en dirección al barco y la peli roja en dirección a su humilde "hogar".

____-- llegó a su casa, eran las siete de la tarde, había estado demasiado tiempo fuera de casa según "él",y la joven ya sabía lo que le esperaba nada más franqueara la puerta de su casa.

Y tal y como se lo imaginaba, así ocurrió, su "padre" le dio una gran paliza al entrar en la casa, diciendo que llegaba demasiado tarde, también le hizo un interrogatorio sobre lo que había estado haciendo, a lo que la pecosa, solo le dijo que había ido a dar un paseo y que no se dio cuenta de la hora. Y todo eso se lo dijo claramente llorando mientras era apalizada por el hombre al que llamaba padre.

Aunque parezca que _____ es bastante devil por dejarse pegar de esa forma sin oponer resistencia, es todo lo contrario, cuando nadie la ve, a escondidas, siempre entrena para poder ser fuerte, y algún día cumplir su sueño de surcar todo el mundo en barco y compartir el resto de su vida con amables compañeros de viaje. Pero por mucho que entrenase para cumplir su sueño, de cierto modo sabía que nunca se cumpliría, puesto que su padre nunca se lo permitiría. Y aunque se intentase convencerse a sí misma de que se defendiera de las palizas que le proporcionaba diariamente su padre, no era capaz de hacerlo, porque dentro de su dañado y maltratado corazón, ella cree que él le tiene algo de aprecio y por eso le pega, para demostrarle que ella es importante para él, aunque la realidad es muy, pero que muy diferente.

Su padre se llamaba Hideo, que significa hombre espléndido, de gran corazón, cosa que era completamente distinta en ese hombre. Con suerte se acordaba de su nombre, puesto que nunca hablaban algo más que no fuera un reproche o alguna pregunta sobre por qué llegaba tarde o cosas por le estilo.

Después de que Hideo terminase de apalizar a su hija, la dejó tirada en el suelo, con unos nuevos moratones y marcas que podrían llegar a ser permanentes, pero eso a él, eso no le importaba

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Hasta aquí el capítulo de hoy, se que he estado demasiado tiempo sin actualizar, pero la verdad es que no tenía nada de inspiración ni ganas de escribir nada, así que me disculpo por la tardanza y espero poder actualizar más a menudo.

Si os ha gustado, votad y comentad, eso me anima a seguir escribiendo
(se que nadie se ha quedado leyendo hasta el final pero alv)

Hasta la próxima actualización uwu ❤️