Capítulo 2

997 65 1
                                    

Me tomo unos minutos para contemplar el atardecer, el recinto donde estoy es tan extenso que tengo una amplia vista que me permite ver como el sol se oculta sin restricciones.

–No quería que te enterases de esa manera, lo siento –escuché a Steve.

–¿Cómo te enteraste tu? –no me giré a verle, estaba de brazos cruzados sin apartar la vista del paisaje, que transmitía algo de calma entre esta tormenta que se desarrollaba en mi interior.

–Desperté en una habitación de hospital, muy parecida a las de nuestra época, y había una radio con un partido, pero era el partido que Buck y yo fuimos a ver años antes de la guerra, sabía que algo iba realmente mal y salí corriendo, acabé en medio de una calle en Nueva York; todo eran tan diferente...

–¿Cuánto tardaste en asimilarlo? –pregunté con lágrimas en los ojos.

–A día de hoy digo intentándolo... –fue ahí cuando me di la vuelta y me permití contemplar su rostro, me acerqué a él y le abracé.

Lo que al principio era un cálido y suave abrazo se convirtió en un abrazo que reflejaba la angustia y la desesperación en la que nos sumimos cuando nos separamos en Londres. Una vez en sus brazos no quería separarme de él, así que apreté mi agarre. Steve soltó un quejido.

–Espera, espera Eliza... eso me ha dolido –comentó Steve frunciendo el ceño.

–Eso es imposible –respondí intentando que no me afectara el hecho de que me había apartado.

–Te juro que he sentido como me abrazabas con fuerza, ven –me tomó de la mano –vamos a ir al laboratorio –tiró de mi mano pero yo me quedé plantada en el mismo sitio, haciendo que él casi tropezara –¿Eliza?

–Yo... ¿laboratorio? –no quería volver a pasar por lo que pasé con HYDRA, y la palabra laboratorio no me agradaba en absoluto.

–No es como los laboratorios de antes... es más como una consulta médica, confía en mi Eliza –esas últimas palabras fue todo lo que necesité para permitir que Steve me guiase hasta el laboratorio, donde encontramos a Stark nada más atravesar las puertas.

–Stark, necesito tu ayuda –dijo Steve nada más llegar –¿podrías mirar a Eliza?

–Oh Rogers... me alaga mucho tu propuesta y es bastante tentadora, pero no sé si recuerdas que tengo a Pepper –dijo moviendo la mano quitándole importancia, Steve y yo rodamos los ojos.

–Eliza tiene fuerza, mucha fuerza –respondió Steve ignorando el comentario anterior de Stark –mas que yo, me atrevería a decir.

–Define fuerza porque has de reconocer que a veces eres un poco blandengue.

–Me ha dado un abrazo y me ha hecho daño –agaché la cabeza y Steve lo notó –Eliza... no quería decir eso... es decir, no me dolió, no mucho, es solo que empleaste mas fuerza de la que tenías antes, y quiero saber si te han hecho algo –Steve tomó mis mejillas y susurró cerca de mis labios –necesito saber que estás bien... –en ese momento en el que me miró a los ojos no pude hacer otra cosa que asentir, era un momento precioso hasta que Stark lo arruinó carraspeando.

–Bien, voy a hacerte unas pruebas, a ver que tan fuerte puedes ser.

–Bien, voy a hacerte unas pruebas, a ver que tan fuerte puedes ser

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Superación (Steve Rogers) [Libro II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora