XII

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Namjoon formo con sus labios una perfecta "o" de asombro.

¡Vaya! ¡No lo habían apodado dios de la destrucción por nada!

¿Quién diría que su don destructivo lo ayudaría es este tipo de situaciones?

Al salir por fin de la habitación, pudo apreciar una sala muy amplia, en la cual, parecía, había una puerta la cual era un elevador.

El pelinegro intento abrir la puerta con un botón que había al lado de ella, pero, no hubo reacción alguna de parte de esta.

-Realmente no entiendo como saliste de esa habitación- escucho a su espalda.

Namjoon miró al hombre que parecía juzgarlo a unos metros de el, alto, de piel clara, cabello castaño y al parecer estaba en sus treinta.

De alguna manera le parecía conocido.

No entendía de donde, y ni si quiera entendía que hacia en ese lugar en primer lugar.

-¿Podría explicarme que hago aquí?- Namjoon era una persona muy pacifica, y siempre intentaba dejar la violencia como último recurso.

El hombre sonrío.

-Por supuesto, quería conocer al humano que logro conquistar a mi primogénito- el hombre había avanzado unos pasos hacía el- mi hijo necesita contraer matrimonio y tu estas siendo un obstaculo.

Namjoon no entendía nada.

¿Su hijo?

Si ese hombre tenía hijos... ¿no deberían de ser apenas unos niños?

-Disculpe, no lo estoy entendiendo, y espero que este consciente de que traerme aquí sin mi consentimiento, es considerado un delito, llamado secuestro por cierto.

-¿No sabes quién es mi hijo?- el hombre arrugó si entrecejo- ¿Qué acaso no conoces a Seokjin?

-Es imposible que Seokjin sea su hijo señor- Namjoon no lo veía posible y casa vez le confundía más la situación en la que estaba.

-No soy estúpido, se perfectamente que sabes que Seokjin es un cambiaformas, ¿o me dirás que no lo sabías?

Namjoon sintió un sudor frío recorrer su frente.

Bueno, al menos ya le habían confirmado que Seokjin es un cambiaformas. No obstante, sospechar se ello parecía haberlo traído a la situación actual...

¿Sería mejor actuar como si no supiera nada?

-N-no se de que esta hablando.

Namjoon era malo mintiendo.

Los ojos del hombre ante el habían cambiado de color café a un color amarillo, exactamente como un gato.

Y sabía que la había jodido.

커피 - JinNam »Omegaverse«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora