¿Más que un simple profesor?

Capítulo 4: Al fin, una fiesta.

NARRA HELENA.
Me despierto al sentir un ruido que provenía de abajo.
Me fijo la hora. Son las 2:15 am.
¿Qué puede ser?
Decido buscar a mi hermano. Golpeo la puerta de su habitación.
Nada.
Vuelvo a golpear.
Nada, otra vez.
¿Le habrá pasado algo?
Entro.
-Franco, no se que pasa aba..
Paro de hablar, ya que no hay nadie en la habitación.
Me doy la vuelta y me dirijo a la escalera.
Intentando no hacer ruido comienzo a bajarlas.
Ya en la planta baja, voy a la cocina y allí lo veo.
Tomando desesperadamente agua del grifo. ¿Y a éste que le pasa?
-Oye, ¿Qué te ocurre? Le pregunto.
-Hola hermanita.
Lo miro fijamente a los ojos.
Algo no está bien. Sus pupilas están completamente dilatadas.
No Franco, no. Pienso.
-¿Qué te pasó? Pregunto cruzándome de brazos.
No contesta.
-Ve a la cama, descansa y mañana hablamos, ¿Sí? Me siento como una madre hablando así.
Me dedica una sonrisa y se dirige hacia su cuarto.

*6:40 am, suena mi despertador*
Voy al baño, me cambio el pijama por el uniforme escolar y desayuno.
Como todas las mañanas, Sofia toca el timbre. Me despido de mi madre y me voy.

Llegamos al colegio.
Esperando a que empezara la clase, recuerdo la escena de la madrugada, pero no por mucho tiempo ya que entró al aula Ezequiel.
Comenzó a tomar lista.
-¿Helena Raymond? Pregunta.
-Acá. Levanto la mano, nuestros ojos por un segundo conectan hasta que una notificación en mi móvil gana toda mi atención. Se trata de una invitación el viernes por la noche en la casa de Alexa, una compañera de clase.
CHAT CON ALEXA:
-Este viernes te espero a la noche en mi casa, ya que tengo casa sola. Si quieres puedes invitar a más personas. Te espero.
Se lo muestro a Sofia pero no por mucho tiempo ya que alguien está frente a mí.
Levanto la mirada.
Ezequiel.
-No está permitido el uso del móvil en la clase, debes dármelo. Dice seriamente.
-No profesor, fue sin querer. Digo rápidamente.
No responde nada, solo hace un gesto con su mano, indicándome que le de mi móvil.
-Por favor, no volverá a pasar. Le digo.
Otra vez repite el gesto, entonces se lo doy.
Sin decir ninguna palabra, se da la vuelta y apoya mi móvil en su escritorio.
Al terminar la clase, me acerco a él.
-Profe, ¿me podría devolver mi móvil?
-Primero que nada, ¿Cuál era tu nombre?
-Helena.
-Helena, mi respuesta es no.
-¿Es broma, no?
-No.
Luego de haberle hecho una escena, y haberle pedido perdón como diez veces, dice:
-Te lo devuelvo, pero solo por esta vez.
Me mira fijamente a los ojos como si quisiese una respuesta de mi parte.
Afirmo con mi cabeza y me voy al recreo.

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Holaa, acá tienen el cuarto capítulo. Espero que les haya gustado💙