Capítulo Séptimo

126 8 0
                                    

Jaune entro en la oficina de Ozpin, arrastrando el cadáver de Emerald por el cuello de la camisa. Antes de nada, había contactado con el director a través de su Pergamino para que se reuniera con él, y le había dado una versión abreviada de los hechos.

Estaba cansado, Emerald le había herido y ella era un peso muerto, así que le había costado llevarla hasta aquí. Su respiración era un poco agitada.

Ozpin le miraba desde el otro lado de la sala, sentado en su silla de oficina. Sus insondables ojos no dejaban ver los sentimientos que escondía dentro. Jaune dejo a Emerald en medió de la sala y se permitió respirar.

—¿Te encargaras del resto?—pregunto.

—Claro. ¿Por qué crees que ataco sola? Si hubiera actuado junto con Mercury, podrían haberte matado, y aun así...

—No lo sé. Pasaron demasiadas cosas una detrás de otra, y no tuvo tiempo para pensar. ¿Crees que es posible que solo ella lo supiera? ¿Qué en vez de contárselo a Cinder, planeo actuar sola para llevarse todo el mérito y ganarse su aprobación?

—¿Qué te hace pensar que eso es lo que quiere ella?

Ah, es verdad. Tenía que recordar que no sabían las mismas cosas. Que este Ozpin era otro Ozpin. Estaba cansando y un poco desorientado, sino no habría metido la pata de ese modo.

Concéntrate.

—He visto su devoción con mis propios ojos varias veces, incluido esta noche. Antes de morir, me explico porque hacía lo que hacía.

—Ya veo. Incluso en ese caso, Emerald Sustrai no me parece tan estúpida como para hacer algo así. Como mínimo, sabe que para ganarse el respeto de Cinder tenía que ser inteligente. Entiendo que quieras pensar en positivo, pero me temo que eso no es más que una vana esperanza. Cinder lo sabe todo, o casi todo.

Jaune desvió la mirada.

—Sí. Supongo que tienes razón.

—Esta no es la primera vez que matas, ¿verdad?

—¿Por qué lo dices?

—Lo puedo ver en tus ojos... y en tu cuerpo. No tienes el aspecto de alguien que ha matado por primera vez. Los seres humanos, incluso los peores de nosotros, no pueden tomar a la ligera ese momento.

Jaune le miro a los ojos.

—Me temo que en eso te equivocas, director. Cinder fue la primera persona que mate, y cuando lo hice... me sentí poderoso y feliz, como si estuviera en la cima del mundo. No lo lamente ni por un segundo. ¿Cómo iba a hacerlo? Después de todo, ese monstruo ya había matado todo lo que quiero por lo menos una docena de veces.

Entiendo que quieras pensar en positivo, pero me temo que eso no es más que una fantasía conveniente. Matar es una parte natural de la vida, y no ahí limite en que tan bajo puede caer un ser humano. Aun cuando crees que has tocado fondo, puede que sigas cayendo un día.

—Lo siento, señor... Jaune.

—¿Por qué?

—Por permitir que las cosas lleguen hasta a este punto. Como director, es mi responsabilidad protegerte, y falle.

—Ya me dijiste eso antes. Delante de Ruby.

—No me parece suficiente.

—¿Y qué esperas? ¿Qué te perdone?—le castañeaban los dientes—¿Qué te diga que todo está bien, que puedo superar esto? ¿Qué todos los superáremos? Pues no. No. Nada está bien, director. Y te odió desde el fondo de mi corazón. Intenta reparar lo que está roto, si quieres, pero no conseguirás nada. Entre tú y yo hay un abismo temporal de años. Entre tú y yo...

Escudriñando las tinieblas [RWBY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora