Capítulo 2

3.7K 175 37
                                    

—Chicos, os voy a presentar a una nueva alumna de clase, no ha podido venir antes porque se encontraba en cuarentena —presenta la profesora en la primera hora de la segunda semana de clase—. Señorita...

—¡Annie!..., ejem... —Corta tosiendo la pelinegra—. Me llamó Annie, tengo trece años, vengo de Forks, y espero hacer muchos amigos.

—Muchas gracias por esa expléndida presentación señorita... Annie, por favor siéntese al lado de Tozier.

—Gracias.

La pelinegra pasa las tres filas anteriores, y se sienta al lado de Richie, y delante de Eddie que se encontraba sentado al lado de otro niño.

—Beep beep, Annie.

—Beep Beep, Richie.

Las clases pasaron lentas a la perspectiva de todos. No podían hacer nada más que escuchar en silencio al profesor si querían aprobar.

Cuando llegó la hora del almuerzo, Annie se dirigió al pasillo a buscar su nueva taquilla. Como había llegado relativamente justa a primera hora, apenas le dió tiempo a recoger su horario y el número con la combinación.

Estaba guardando las últimas cosas cuando la puerta se cerró súbitamente. Annie se giró encontrándose con dos rubias bien vestidas y mascando chicle con movimientos exagerados.

—Oye, ¿Qué te pasa? —pregunto molesta.

La rubia que parecía que mandaba se quedó mirándola descaradamente mientras seguía masticando exageradamente.

—¿Estás bien? —pregunta de nuevo chasqueando los dedos enfrente de su cara.

—¿Eres la Nueva? —habla por primera vez con voz impertinente.

—Si, ¿Algún problema?

—Bueno, cuidado, que no hemos venido de malas, me preguntaba que si venias esta tarde al parque con nosotras, ya sabes quien soy así que...

—Si, espera. ¿Qué?

—¿Acaso eres tonta o te lo tengo...?

—Si te he entendido —corta un poco brusca—. No creo que pueda, voy con mis padres a un funeral.

—Oh, vaya... Lo siento,  otro día. —Dice antes de irse caminando con la chica detrás.

¿Qué le pasa a esa chica? Otro misterio más.

—Eh, Vi, ¿Que quería Greta? —preguntó Eddie a la salida del Colegio.

—¿Quién?

—Greta, la chica que te habló en el almuerzo.

—Aah, nada, quería que fuera con ella al parque hoy, pero la he dicho que no.

—¿Enserio, Greta Keene?

—Si, ¿Por qué? ¿Es malo?

—Ah, no, por nada, si lo extraño es que fueses con nosotros.

—¿Por qué?

—Por que somos el club de los Perdedores, siempre.

—Beep Beep Eddie —Llega Richie con el niño de rizos—. ¿De que hablabais?.

—De Greta —contesta rápidamente Eddie si que le de tiempo a hablar a Annie.

—¿Greta Keene? —pregunta Richie con voz fallida de presentador.

—Si, la ha preguntado para quedar esta tarde.

—No me extraña, lo raro es que esté hablando con nosotros —habla por primera vez el niño de rizos.

—¿Ves?, eso mismo digo yo.

—A ver, esperad —dice Annie colocándose delante de todos—. ¿Por qué decís eso? ¿Y que es eso de el Club de los perdedores?  No lo entiendo, no sois malos. Y...¿ Quién eres tú?, no te conozco.

Los ojos azules de la chica les miraba a todos, uno por uno.

—El es Stanley, le llamamos Stan —empieza a contar Eddie al ver que nadie decía nada—. Este verano no ha estado mucho con nosotros por las prácticas de la sinagoga, y después tu contrajiste paperas y no os habéis visto.

Ambos se miraron escudriñadose de arriba a abajo.

—Ella es Annie, la llamamos Vi, y no la has conocido por las mismas razones —sigue hablando Eddie al no ver reacción.

—Como os sigáis mirando llegó tarde a casa, señores —habla Richie imitando a un presentador—. A si que si me disculpais salgo del plató.

Y con las mismas de montó en la Bici y se marchó pedaleando mientras gritaba alguna de sus estúpidas ideas, al menos para los demás.

—Yo también me voy, mamá se estará preocupando.

—Saluda a mamá K de mi parte —se despide Annie—. Y no tengo paperas, puedes tocarme, no te vas a morir.

—Solo es precaución —grita mientras marcha corriendo.

—Este niño... No tiene cura para eso —suspira sonriendo—. Bueno, encantada de conocerte, me voy, hasta luego.

—Adiós.

Annie se gira y camina por la calle contraria a la de Eddie, de camino a su casa. No habia traído su bici gracias a unos clavos que pisó con Gran Bill en los Barrens, su hermano dijo que iría a comprar la goma, pero ahí quedó la conversación.

—Vamos por la misma calle.

Annie pegó un respingo, casi no le había escuchado acercarse, y eso que hace relativamente poco que se habían separado.

—Aah, ¿enserio?

—Si, me lo dijo Gran Bill, vives en el número siete, y yo en el quince. —contesta rascandose la nariz.

—Que bien, es bastante cerca, a tres casas de la mía.

—Si...

—Oye, que si quieres ir con tu bici no pasa nada.

—¿Eh?, No, no pasa nada, así podemos hablar... Y no sé...

—Jajajaja, que amable de tu parte, gracias —dice Annie sonriendo.

¿Nueva? Loser's club // Stanley Uris [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora