Capítulo 4

2.3K 135 3
                                    

Bill se encontraba hundido hasta los tobillos, mientras Eddie dejaba caer las tierras en un montón.

—Vamos E-e-e-e-eddie, n-n-o pasa nada.

—¿Estás seguro?, es agua gris.

—Si, n-n-no pasa nada.

Aún sin estar seguro, Eddie se quitó sus zapatos y sus calcetines, colocandoles al lado de los de Bill.

Entró cuidadosamente mientras hacia muecas de asco, pero Bill estaba más concentrado en colocar piedras para su tabique.

—P-p-p-ásame m-m-m-más, por favor.

Eddie iba de un lado a otro llevando piedras a Bill.

—¿Que estáis haciendo? —pregunta Richie que acaba de llevar junto a Stan.

—Una presa, para el agua.

—Sabéis que no va a funcionar, ¿ no?. —dice mirando el montóncito de piedras en mitad del río.

Todos se quedaron mirando como una corriente más fuerte tiraba las piedras de arriba, otra vez. Bill y Eddie salieron del agua a ponerse sus zapatos.

—¿Que hacemos? —pregunta Eddie al Gran Bill.

A eso, Gran Bill se encoge de hombros, suponiendo su fracaso para hacer una presa, no se le ocurría como mejorarla.
Iba a abrir la boca para contestar que no lo sabía, cuando un niño rubio y la cara rechoncha aparece por detrás de un árbol cayendo de panza al suelo y salpicandolos un poco.

Todos se miran entre ellos sin saber que hacer.

—¿ Esta muerto? —pregunta Edie con voz temblorosa.

A poco de decir eso, el niño se gira jadeando.Eddie y Stan pegan un grito asustados, la sudadera estaba hecha trizas y empapada de sangre que parecía suya.

—¡O Dios mío! ¿Que hacemos? —exclama Richie acercando se al niño que se intenta reincorporar.

—E-e-e-eddie, ¿Q-q-q-que hacemos?

—Hay que llevarlo al médico.

—No, mi madre no se puede enterar —dice entre jadeos—. Hay mucha sangre, pero no duele tanto.

Los niños le ayudaron a ponerse en pie y le llevaron hacia la farmacia más cercana, la del señor Keene.

—Mi madre me ha dicho que una amiga suya de Nueva York tocó un hierro y se le metió el SIDA por un padrastro. Se pueden amputar brazos y piernas, ¿pero como se se amputar una cintura? ¿UNA CINTURA?.

—C-c-calmate Eddie, n-n-no s-se va a m-m-morir.

Eddie, Bill y Stan entraron a por las cosas, dejando Richie con Ben. Eddie, como el que más sabe va agarrando gasas, agua oxigenada y esparadrapo.

—Un dólar y poco más —cuenta Stan—. No nos da para más.

—¿No t-tienes u-u-una c-cuenta aquí E-e-e-eddie?.

—¿Éstas de broma? —dice agarrando un rollo de vendas—. Como mi madre se entere de que he comprado todo esto, me paso el fin de semana en el hospital haciéndome radiografías.

—Adiós Papá —suena desde el mostrador— ¿Vienes?

—No, tengo que comprar las pastillas de la anemia, nos vemos luego.

Annie se dirigió a la Caja con unos caramelos de meta, pero antes choca contra algo, o más bien contra alguien.

—¿Bev?

—Annie... —gira la cabeza, mirando Greta—. Vamos.

La agarra de la mano, pasando al otro pasillo, donde casi se vuelven a chocar contra los chicos. Esconde rápidamente la Caja de compresas detrás de su espalda.

—¿Vi?

—¿Vi?

Preguntan sorprendidos Bill y Eddie.

—¿Estáis bien? —pregunta Stan.

—Perfectamente —contesta Annie.

—¿Y vosotros? —continúa Beverly.

—No es asunto vuestro...

—Hay un chico fuera, parece como si lo hubieran matado... —cuenta Eddie

—No t-t-tenemos s-suficiente d-d-dinero.

Annie y Beverly se miran entendiendose, como si fuesen mejores amigas.

—Me gustan sus gafas señor Keene —dice dulcemente Beverly.

—Se exactamente como Clark Kent —comenta Annie apoyándose en el mostrador.

—¿Puedo probarmelas?

—Claro.

El señor Keene le pasa las gafas a Beverly.

—¿Como me quedan?.

—Increíble, te ves igual que Louis Lane

Mientras el viejo pervertido miraba a Beverly, Annie se guardaba las pastillas y los caramelos en el bolsillo. Por el placebo de Eddie, se lo merece.

Cuando le va a devolver las gafas, sacude torpemente un estante de muestras, tirandolo al suelo.

—Ooh, vay, lo siento, que torpe.

—No pasa nada —contesta poniéndose las gafas y agachandose para recogerlo.

Mientras tanto, los chicos salían rápidamente de la tienda. Annie se despide con la cabeza y sale silenciosamente detrás de ellos.

¿Nueva? Loser's club // Stanley Uris [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora