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11 años

-Sabes Len. - hablo Miku, captando la atención del ya nombrado, - el próximo año entro a la secundaria, de hecho, me cambiaran de escuela, pero lo genial es que, ¡mis mejor amigos irán a la misma secundaria!

-Oh, me alegro mucho Mikunana, esa es una buena noticia. -

-Si, la verdad es que si. - suspiró poniéndose nerviosa. - Lo que te quería decir principalmente es que me gustaría. -Empezó a jugar con sus deditos. - que entraras conmigo y estudiaras conmigo.

Wow, eso impresionó a Len.

-Yo... - Len fue interrumpido.

-Bueno, es solo si quieres, ¡no es obligatorio! - Mencionó la aquamarina al ver a su amigo indeciso. -

-Me gustaría hablarlo con mis papás. - Mencionó el rubio. - mientras este contigo, está bien.

Eso hizo que Miku se pusiera demasiado ciado feliz, su mejor amigo podría estar en su misma escuela, definitivamente eso le emocionaba.

-¡Genial! me pondría demasiado feliz que te dejen. - mencionó mientras chillaba de la emoción.

Y eso es lo que quiere Len, que Miku sea feliz.

-Sabes, hace poco descubrí un anime, ¿quieres verlo?. - pregunto la aquamarina después de tranquilizarse a lo que el rubio solo asintió feliz.

Y así fue, empezaron a ver el anime "la vida desastrosa de Saiki K." El cuál a los dos les gustó mucho, haciendo la tarde una tarde agradable entre dos amigos, anime y botana.

[...]

La señora Kagamine estaba en el sillón feliz hablando con su hermana la cuál le dio la agradable noticia de que su hijo, Rinto, podría ir a visitarlos ya que estaba de vacaciones.

-¡Claro que si! nos encantaría tenerlo por aquí un tiempo. - mencionaba la señora Kagamine eufórica. - hace mucho que no lo vemos, de seguro Len se pondrá muy feliz. Bueno hermana, no te distraigo más, cuidate, besos.- se despidió la señora Kagamine.

Apenas la señora Kagamine terminó la llamada subió feliz a la habitación de su hijo.

-¡Hola chicos! - saludo la señora Kagamine mientras entraba a la habitación. - Len, ¡te tengo una noticia espectacular! - los dos chicos la vieron de manera curiosa. - ¡Tu primo Rinto vendrá de visita!

Oh no.

Miku estaba feliz, Rinto era por así decirlo un "crush" que tiene la pequeña, pero Len...

Fue la peor noticia que pudo haber oído.

-Genial.- mencionó el rubio con una sonrisa claramente falsa, tan falsa que ninguna de las dos mujeres notaron.

-¡Wow! que genial, Rinto me cae muy bien. - mencionó la aquamarina con las mejillas sonrojadas.- ¿cuando viene?

- ¿Verdad que es genial?. - dijo la señora Kagamine con una sonrisa de oreja a oreja. - vendrá mañana, Sábado.

Mientras las dos mujeres se ponían de acuerdo en hacer un postre por su llegada, Len estaba en su mundo.
No quería, en verdad no quería que Rinto viniera, no lo quería ver nunca más en su vida.

Len, controlate no puedes tener un ataque de ansiedad, no ahora. - pensaba el rubio.

-Bueno Len, Miku y yo haremos un pastel de naranja, ¿nos acompañas?. - pregunto su madre.

- A-ahorita bajo. - dijo de nuevo con su sonrisa falsa y las dos mujeres asintieron.

En el momento que salieron Len empezó a morderse las uñas de una forma agresiva, mientras temblaba y su respiración se hacía más pesada y rápida.

Tranquilo, tranquilo, ya no eres aquel niño, tu puedes. - se trataba de tranquilizar.

[...]

El día llegó, Miku, la señora Kagamine y Len estaban en la sala esperando la tan esperada - menos para Len- llegada de Rinto.

Miku y la señora Kagamine habían hecho un excelente trabajo, un pastel increíblemente esponjoso y con un olor espectacular, esperaba en la cocina a ser devorado.

Len estaba nervioso, no iba a dejar que le entrará un ataque de pánico otra vez.

Tu eres fuerte. - pensaba Len mientras veía sus uñas que estaban lastimadas y con rastro de sangre en ellas, le dolía.

Unos toques en la puerta lo sacó de sus pensamientos mientras empezaba a temblar inconscientemente y su vista se dirigió a la puerta que estaba siendo abierta por su madre.

Oh no.

-¡Tiaaa que gusto verte!. - mencionó un rubio alto y atractivo. -

Ese era Rinto, un joven de 13 años, el cuál era alto y delgado.
Era un chico que nadie podía negar su atractivo, pues su cabello ligeramente largo, rubio,  ojos de un azul hermoso y sus hermosos rasgos no pasaban de desapercibido. Ademas de que era un joven bastante inteligente y talentoso.

Lastima que todos ocultamos secretos.

-¡Rintooo! hasta que te dignas a visitarnos. - decía dramáticamente la señora Kagamine mientras se hacía a un lado permitiéndole el paso.

-¡Hola Rinto, que bueno es volver a verte!. - saludo la aquamarina sonrojada.

-¡Hola pequeña!. - correspondió el saludo el rubio mientras le cariciaba la cabeza.

Después la vista del rubio mayor se posó a Len, que temblando ligeramente, tratando de tragar sus lágrimas .

-¿No vienes a saludarme, primito?. - mencionó Rinto abriendo sus brazos para dirigirse a él.

Esto no puede estar pasando, basta.




Esto te va doler menos si no te mueves.


Holaa aaaa.
Este capítulo está 1 poco más largo, que orgullo.
FUERA de vocaloid, ¿shipps favoritos?
y otra pregunta: ¿qué género les gusta leer?
Adiós.

Hafefobia // LenkuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora