En el momento en el que entra no me doy cuenta ya que estaba entretenida y emocionada con lo del libro.
–Nicole era tu mamá, que quiere que te vayas para la casa.–Me dijo.
–Está bien, pero, ¿No te dijo por qué?–Le digo algo confundida.
–No.–Me dice.
–Bueno, deja voy para ver que es lo que ocupa.–Le digo mientras agarro mis cosas.
–Si, te acompaño a la puerta.–Me dice y abre la puerta de su recámara.
En cuanto bajamos me despedí de su familia y salí de la casa, me fijé en la hora, eran las 12:00 pm, le camine hacia la parada del autobús, pero ya había pasado uno así que decidí agarrar algún carro, lo agarre y me llevó a mi casa, en cuanto llegué mi mamá estaba abriendo la puerta, como si supiera que ya había llegado, entre y me senté en el sofá.
–Hija, ¿Tu sabías que tu hermano ya había regresado a la casa?–Me lo dice con su tono de enojada.
–Si mamá.–Le digo.
–¿Y por qué no me habías dicho?–Me dice.
–Porque eran las 3:00 am y a parte salí a comprar algo, tu siempre llegas como a las 11:00 am.–Le digo algo enfadada.
–Tienes razón, pero me hubieras marcado por el teléfono de casa y no había problema, además tu no tienes el derecho de hablarme así señorita.–Me dice enfadada.
–Tienes toda la razón, te pude a ver llamado por el teléfono de casa, pero como tu dijiste "hubiera" y el hubiera no existe, me lo has dicho siempre, te habló así porqué soy yo la que siempre sale regañada cuando sabes perfectamente que estudio, hago mis tareas, proyectos y además quieres que te recoja la casa, cuando perfectamente tengo que estudiar mucho porque se acerca el exámen para ingresar a la preparatoria y quiero entrar en una de las mejores que tiene este estado.–Le dije muy furiosa.
–...–Se queda sin palabras por unos minutos.–Tienes toda la razón.–Me dice con tono sarcástico.–Pero ya siempre que salgas de la secundaria te quiero en el trabajo, ya e contado el tiempo y se cuanto tiempo se hace, así que si no llegas sufrirás las consecuencias, ya no quiero otra palabra tuya, así que mejor cállate, sube a cambiarte y bajas a comer.–Me dice.
–¡Pero mamá!–Le digo enojada y alzó un poco la voz, pero me interrumpe.
–A mí no me andes alzando la voz señorita.–Me dice mientras se da la media vuelta para ira a la cocina.
Me subo enojada a mi cuarto, cierto la puerta con seguro, dejó las cosas en mi mesa de noche y me aviento a mi cama y caigo boca arriba, me quedo pensando en lo que pasó el día de lo de la fiesta, ¿Por qué Eduardo no quería que me acercara a su primo?, me centre en mis pensamiento que se me olvido que estaba en este mundo, tocaron la puerta y volví a este mundo.
–¿Quién?–Digo algo furiosa.
–Te habla mamá, que bajes a comer.–Escuche a mi hermano del otro lado.
–En un momento bajo.–Le digo mientras me levanto y escuchó sus pasos irse, abro la puerta y bajo al comedor.
–Ya está servida la comida, siéntate.–Me dice mi mamá mientras pone mi plato en la mesa.
–Gracias.–Le digo.
Mientras comíamos hubo silencio absoluto hasta que tocaron la puerta.
–Yo abro.–Dice mi hermano mientras se levanta y abre.–Mamá es mi tía con Melisa.
En cuánto escuche el nombre de mi hermana me levante rápido y fui a cargarla de caballito como a ella le gusta, mi tía paso y mi mamá la invitó a comer, Melisa y yo estuvimos jugando un muy buen rato que no me fijé que ya estaba anocheciendo, mi tía se fue, cenamos y nos fuimos a dormir, ya era tarde y yo seguía sin poder dormir, me acorde de lo de la tarea, me fijé en la hora, ya era súper tarde, 2:47 am, baje a la cocina y agarre un vaso con leche, me senté en el sofá a ver una película y en un segundo me quedé dormida, escucho mi alarma muy lejos pero no me levanto, lo que me despertó fue un brinco en el sofá, me levanto y veo que fue mi hermano, rápido me levanto y me voy a mi cuarto, aún es temprano así que aprovechó para bañarme, cuando me salgo me cambio, me pongo mi perfume favorito y no me peinó, me dejo mi pelo suelto, bajo a la cocina, agarro un jugó, agarro mi mochila y me voy para la secundaria, mientras iba a mitad de camino veo que alguien me sigue así que decido apresurar el paso pero no me sirve de nada ya qué el también lo apresura, siento que alguien me abraza por detrás y se acerca a mi oreja.
–Hola.–Dice la persona.
–Ho..ol...la.–Digo entre cortada por el miedo.
–No tengas miedo, soy...–Dice.
–¿Qui...en...?–Sigo hablando entre cortada.
¡DAMIAN!–Grita en mi oído.
¡Ay! me asustas te.–Le digo mientras le pego en la espalda.
–¡Uy!, perdón.–Me dice con un tono sarcástico.
–No vuelvas hacer eso, por favor.–Le digo agarrando aire.
–Está bien, pero dame las gracias.–Me dice.
–¿Gracias?, ¿Por qué?–Le digo algo confundida.
–Discretamente voltea atrás.–Me dice.
Cuándo volteo ya no está el hombre que me estaba siguiendo.
–Ahora veo el por qué del susto.–Le digo algo enojada pero alegre.–Gracias.
–Denada.–Me dice, agarra mi mochila y seguimos nuestro camino.
Cuando ya íbamos a llegar, Damian me dio mi mochila, el día transcurrió e hice lo de siempre, estudiar, jugar, platicar, entre otras cosas, cuando acabaron las clases me fui directo a mi casa, no quería llegar al trabajo de mi mamá, me subo a mi cuarto, hago mi tarea y cuando término de hacerla, me pongo a organizar lo de la fiesta de mi hermana, cuando término una parte bajo a la cocina y agarro un vaso de jugó de manzana y pongo unas palomitas en el microondas, vuelvo a mi cuarto y sigo terminando de organizar lo de la fiesta, ya qué será dentro de dos meses, cuando término con la lista de invitados, la comida y centros de mesa que es algo de las cosas importantes de las fiestas.
Me quito el uniforme, me pongo un pantalón de mezclilla y una playera con manga corta color café, y me pongo a leer el libro "Bajo la misma estrella", no me doy cuenta que toda la tarde me la pase leyendo hasta que tocan mi puerta.
–Nicole, mamá te va a regañar cuando llegue.–Me dice mi hermano recargado en la puerta.
–Y... ¿Por qué?–Le digo confundida mientras me acomodo en la cama.
–Porque no fuiste a su trabajo.–Me dice mientras se acerca a mi.
–¿Y quién me iba a obligar a ir, tú?, No lo creo.–Le digo y me acerco a él cómo retandolo.
–¿A si?–Me dice retandome.
Estábamos tan cerca que podíamos sentir la respiración del otro, estuvimos así como 10 segundos hasta que me quita el libro y se va corriendo a su cuarto y le cierra con seguro.
–No te vayas atrever hacerle algo a mi libro, ¡Me oíste!–Le grite desde afuera de su cuarto.
–No te prometo nada.–Me dice con su tono burlón.
Le iba a contestar pero el timbre de la casa me interrumpió, baje a ver quien era y abrí, me encuentro cono la sorpresa de que era Damian.
–Hola.–Me dice.
–Hola.–Le digo y salgo afuera con él.
–Quería saber si... ¿Quieres ir a comprar un helado?–Me dice.
–Si claro, deja me pongo una chamarra.-Le digo y me meto a la casa.
Subo a mi cuarto y agarro una chamarra, en ése momento mi hermano sale de su cuarto y me ve, bajo corriendo a la sala, abro la puerta lo más rápido y discretamente posible, en el camino le estuve comentando lo de la fiesta de mi hermanita, llegamos a la nevería y me compró un frappé y el se compró otro, duramos como una hora y media, llegamos a mi casa y mi hermano estaba afuera así que mejor decido quedarme en casa de Damian, estuvimos viendo películas y nos quedamos dormidos, solo espero que mamá no me regañe ni mi hermano, aunque lo dudo mucho.
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Quiero otra vida
Teen FictionNicole es una chica común y corriente, una chica de secundaria, todo era felicidad con su familia pero todo se ve opacado cuando llega a la preparatoria y empieza a acostumbrarse a ella, pero todo cambia en un abrir y cerrar de ojos. Su familia emp...