Todo pasa

103 41 20
                                    

El tiempo marcha, el mundo gira,

y aunque la herida ya no sangra,

siento que mi alma expira.

El cuerpo se aletarga,

y la mente delira.


El vacío se llena poco a poco,

pero es tan grande la desidia,

que aquel logro trastoco.

El hueco se agiganta,

y la oquedad provoco.


Nuevos pasos emprendo,

por un camino angosto

que muy bien no comprendo.

Y aunque promete paz,

siempre acaba doliendo.


Me aferro a la esperanza,

como fuerza neurálgica

para seguir la andanza.

Si bien se mueve el cuerpo,

la mente poco avanza.


Mi ser se inmoviliza,

en la senda funesta,

de niebla y de ceniza.

Allí la asfixia aguarda,

y mi ánima agoniza.


¡¿Cuándo acaba esta carga?!

¡¿Cuándo cede el dolor?!

¡¿Y esta nostalgia amarga?!

No tengo la respuesta,

pero mi cruz es larga.


Mas otra no me queda:

debo de sacudir el luto de mi alma,

volver a respirar y caminar en calma.    

Pues sé que en algún punto, 

de esta extraña existencia, todo pasa...    

Poemas de dolor y sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora