El tiempo marcha, el mundo gira,
y aunque la herida ya no sangra,
siento que mi alma expira.
El cuerpo se aletarga,
y la mente delira.
El vacío se llena poco a poco,
pero es tan grande la desidia,
que aquel logro trastoco.
El hueco se agiganta,
y la oquedad provoco.
Nuevos pasos emprendo,
por un camino angosto
que muy bien no comprendo.
Y aunque promete paz,
siempre acaba doliendo.
Me aferro a la esperanza,
como fuerza neurálgica
para seguir la andanza.
Si bien se mueve el cuerpo,
la mente poco avanza.
Mi ser se inmoviliza,
en la senda funesta,
de niebla y de ceniza.
Allí la asfixia aguarda,
y mi ánima agoniza.
¡¿Cuándo acaba esta carga?!
¡¿Cuándo cede el dolor?!
¡¿Y esta nostalgia amarga?!
No tengo la respuesta,
pero mi cruz es larga.
Mas otra no me queda:
debo de sacudir el luto de mi alma,
volver a respirar y caminar en calma.
Pues sé que en algún punto,
de esta extraña existencia, todo pasa...
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Poemas de dolor y sombras
Poetry☆DESTACADA por el perfil de Poesía en Español (Febrero 2020) ☆GANADORA de los premios CARROT 2020 ☆Incorporada a las listas de lectura de Poesia_ES Este poemario no es más que el grito de un alma fragmentada, que está atravesando un valle de quebran...