Hijo querido que en mi mente añoro,
A los ángeles ruego te bendigan,
Entre dóciles alas que te abrigan,
Reposes dulcemente mi tesoro.
Que el céfiro te cubra con su manto,
Inmaculado como pura nieve,
Y el brillo de los astros se revele,
Para velar tus sueños con su encanto.
Ven a los míos solo cuando lloro,
Cuando triste recuerdo tu partida,
Y sangra el corazón por esa herida,
Visitame un instante, te lo imploro.
Márchate luego de besar mi alma,
En torrente de luz regresa al cielo,
Como el ave gloriosa que alza el vuelo,
Puedes volver en paz, que estaré en calma.
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Poemas de dolor y sombras
Poesia☆DESTACADA por el perfil de Poesía en Español (Febrero 2020) ☆GANADORA de los premios CARROT 2020 ☆Incorporada a las listas de lectura de Poesia_ES Este poemario no es más que el grito de un alma fragmentada, que está atravesando un valle de quebran...