Capítulo 12

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Erick respiró profundo y agitó sus manos, mirándose en el espejo del pasillo principal y acomodando su traje oscuro junto con su corbata.

Estaba nervioso. No, estaba ansioso.

En esos días, Christopher no le había dirigido la mirada, y lo entendía, Erick se había enojado con él y le había dejado allí solo, pero creía comprender el porqué de la obsesión del castaño con su hermano y él pero, Erick también sabía que Christopher no tenía por qué ignorarle lo que restaba de la semana ya que serían pareja de baile y sería incomodo si le siguiera ignorado o si le dejara plantado.

¿Y si lo dejaba plantado?

Erick se puso histérico, ¿Qué pasaría si Christopher de verdad ya ni siquiera quería estar con él, si no quería bailar con él o verle a los ojos?

Erick se sentiría la peor persona del planeta.

-Te ves bien. -dijo el padre de Erick acercándose a su hijo ya listo-¿Seguro que no quieres ir conmigo, qué pasa si el chico no viene por ti?

-Él vendrá, lo sé. -respondió tratando de convencerse a sí mismo.

¿Lo haría?

-Está bien hijo, entonces yo me voy. Nos vemos en la universidad. -respondió su padre acercándose a su hijo y depositando un beso sobre su frente-Si no viene por ti en media hora, entonces me llamas y mandaré a alguien que venga por ti, y también a alguien para darle a ese Christopher su merecido. -Erick rió y negó.

-No será necesario. Lo haré padre, te llamaré si no viene. -el hombre asintió y se dio la vuelta para salir de casa.

Erick se quedó mirando la puerta de madera por unos segundos, mordiendo su labio y mirando su celular. ¿Debería llamarlo? Se preguntaba sin saber qué hacer. Se sentó en uno de los sofás de cuero y apoyó su cabeza en el respaldo, respirando hondo. Cerró sus ojos y se acurrucó en el sofá.

Solo quedaba esperar.

Y así lo hizo, pasaron veinte minutos, media hora y cuarenta minutos después. Cuarenta minutos y Christopher no llegó, nunca llegó.

Erick miró el reloj y sonrió falsamente.

-Solo faltan diez minutos para la coronación y el último baile de la noche. -rió secamente-Así que él no quería verme de verdad...

Su celular sonó y miró la pantalla, era su padre.

Se levantó y se estiró a punto de tomar su celular y apretar "Contestar" pero justo en ese momento el timbre empezó a sonar con desesperación asustando a Erick y haciéndole saltar en su lugar.

Erick apretó el botón de contestar y pegó su celular a su oído mientras caminaba hacia la puerta principal.

-¿Qué ha pasado Erick? No ha ido por ti, ¿Verdad? O es que te has escapado, Erick. -la voz del hombre se escuchaba enojada y cansada.

-No, padre, Chri-

Y entonces pasó una vez más.

Su corazón solo pudo latir con emoción y sus manos solo pudieron temblar de la felicidad al verle. Christopher allí estaba, en vivo y en directo frente a su puerta, con un traje gris y con corbata color vino, del mismo tono que la de Erick, con su piel sudada y jadeando del desconocido cansancio.

-¿Erick? ¿Estás ahí? -preguntó la voz a través de la línea.

-Vamos en camino, padre. -colgó la llamada soltando un suspiro y aclarando su garganta-¿Por qué tardaste? Pensé que no vendrías.

Prohibido; ChrisErickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora