♡ Matrimonio Destrozado- Jeongguk Jeon ♡

capítulo final

Lluvia, una cama abrigadora y un viejo cuento de jóvenes enamorándose. El señor acostado sentado frente a mí leía con fluidez y paz aquel libro, mientras que yo le prestaba atención a cada palabra que salía de su boca sin perderme algún detalle de aquel texto magnífico.

— ¿Y qué pasó? -. Pregunté-. ¿Él volvió?

—No, no te apresures, hermosa-. Hablo con demasiada facilidad y me quedé en estado de shock porque no sabía la causa de que me hablara de esa manera.

Después salimos al jardín y llegaron unos jóvenes los cuáles me saludaron cordialmente al igual que se presentaron. Ambos eran hijos del señor que me leía y al parecer les resultaba conocida ya que me hablaban y veían como si no fuera la primera vez que me habían hablado. Yo, con toda la educación del mundo les ayudaba y todo. Después, el viejo prosiguió con el texto y todos nos quedamos en completo silencio, quería saber el final de aquella historia con muchas trampas y amor.

Cómo los chicos se tenían que ir con sus respectivas familias, se despidieron y ambos al final me abrazaron y susurraron en mi oído.

— Te queremos, mamá-. Me desconcierte de una manera impresionante, ¿Mamá? ¿Por qué me habían dicho aquellas palabras? No pregunte y se fueron dejándome con aquella incógnita en mi cabeza y él me invitó a meternos al asilo ya que era tarde.

Me mostró un camino distinto a mi recámara y vi aquella mesa con unas velas, unas flores y detalles que supongo que eran para cenar. Estaba emocionada porque no sabía que iba a hacer eso.

Comimos y me contó el resto de la historia. ¿Era normal que se hiciera tan parecido o qué conociera algo de ello?

—¿Recuerdas algo?

— Sólo unos fragmentos, como si fuese mi vida pero no recuerdo nada.

— TN es nuestra historia-. ¿Qué? -. Yo soy Jeongguk y los muchachos que viste hoy, son nuestros hijos-. ¡Era cierto! ¡Ahora lo recordaba! -. TN, TN, no sabes cuánto te amo.

—Te amo, Jeongguk-. Dije con un nudo en la garganta y lo abracé.

¿Quién era este señor que me abrazaba? ¿Por qué lo hacía?
— Hey, ¿Por qué me abrazas? ¿Quién eres?

—TN-. Susurro-. Soy Jeongguk.

— ¡Aléjate de mi! ¡Ayuda! -. Grité a más no poder al ver que se me quería acercar.

Enfermeras llegaron y me inyectaron algo para que me calmara. Después perdí mi vida, me ingresaron a un cuarto sola, tapada y en una silla de ruedas, que según era una pequeña terapia. Así estuve unos dos días hasta que recibí la visita de un señor.

—TN, no tengas miedo por favor.

— ¿Quién eres?

—Soy tu esposo. Sé que no me recuerdas pero juré que no me iría de tu lado jamás.

— ¿Y qué va a pasar si no te recuerdo jamás?

— No te dejaré sola.

Él se recostó a mi lado y tomo mis manos, haciéndome sentir cálida ante su tacto. En esa misma noche, perdí mi aliento al igual que él. Ahora éramos libres, y como juro. Nunca me dejó sola.

[...]

Una enfermera tomó manos de ambos viejos y se dió cuenta de que habían muerto, juntos.

El señor le contaba su historia ya que ella tenía una enfermedad que hacía que olvidará gran parte de las cosas, incluyéndose. Quería que ella recordará, que supiera que la amaría por y para siempre.