🎨Capítulo VI: Compartimos más dolor que alegría🎨

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Aki, estaba ahí, paralizado

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Aki, estaba ahí, paralizado. Sin saber si debía correr o dejarse hundir por la desesperación. Los tres chicos ya se habían perdido por las escaleras del metro para ir de nuevo hacia Shinjuku, el hogar de los soulmates de sus dos mejores amigos, Kirishima y Todoroki. Estaba en un estado tan lamentable, que incluso tenía ganas de gritar de impotencia, pero no sabía como reaccionar pues un nudo inundó su garganta impidiendo avisarles a sus amigos lo que estaba ocurriendo.

Y de pronto, así como se había paralizado. Salió disparado corriendo a una velocidad que ni él sabía que tenía.

Pero por otro lado, Haru, Tõya, Kirishima y Todoroki se habían dado cuenta de como Aki había salido corriendo como si su alma se lo llevará el diablo, se preocuparon tanto por él, que tuvieron que seguirle el paso.

Aki trataba de visualizar a los tres chicos a los que acababa de despedir hace unos minutos, pero la gente no le dejaba ver con claridad y siguió buscando hasta que dentro de uno de los vagones se encontraban aquellos chicos conversando de una manera más tranquila.

—¡Bakugõ, Kaminari, Midoriya! —gritó tratando de llamar su atención pero el metro comenzó a desaparecer juntó con ellos a bordo, había llegado ya demasiado tarde.

Aki cayó al suelo rendido, fue un idiota. Debió haberse movido desde antes y no quedarse pensando en lo que haría, por su culpa sus mejores amigos habían perdido la oportunidad de reunirse con sus destinados.

—¡Aki! —escuchó los gritos de su hermano y acompañantes.

Pero él no hizo caso omiso, solo seguía ahí, de rodillas a punto de derramar lágrimas. Y así fue, comenzó a sollozar. Todos se preocuparon por su acción.

—Aki, ¿qué te sucede? ¿por qué lloras? —preguntó Kirishima siendo el primero en arrodillarse junto con él, con cara de preocupación y angustia.

—Lo siento, lo siento... —repetía una y otra vez el castaño mientras seguía así, llorando devastado.

—¿Fuiste a seguir a los chicos que estaban con nosotros? ¿Qué querías hablar con ellos? —responde Haru, notando como el de cabello rojo y el bicolor no tenían idea de lo que se refería el chico de ojos violetas.

—Yo..., yo le prometí a Eijirõ y Shõto que cuando supiera donde se encontraban sus soulmates se los diría a ambos —dice el castaño, observando a los mencionados sintiéndose culpable.

—No me digas que... —responde Haru, dejando la pregunta en el aire, temiendo lo que está pensando.

—Unos de los soulmates de uno de ellos dos, estaban entre esos chicos, ¿verdad? —responde Tõya observando con cuidado a su hermano menor y Kirishima, que parecen asombrados y queriendo una respuesta del castaño.

—Es que, en realidad, dos chicos de ahí eran soulmate de Eiji y Shõto —responde el castaño un poco más calmado.

Haru y Tõya se habían asombrado por su respuesta.

Meraki [BakuShima] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora