Meraki [BakuShima]

🎨Capítulo VII: Tragedia🎨

Nunca te has preguntado, ¿en qué parte del mundo podría estar tu persona predestinada? Puede que incluso esté a kilómetros de distancia de ti, o en otro caso el destino juega sucio, y podría estar frente de ti, sin que te des realmente cuenta de ello. A lo mejor lo miraste de reojo en alguna ocasión, pero en ese momento te fue indiferente.

¿En dónde podría estar nuestro soulmate ahora? Aquella a la cuál les une el vínculo de almas gemelas, muchas veces en su infancia, Kirishima Eijirõ se hacia esa misma pregunta noche y día. Pensando que quizá, jamás iba a conocer a su otra mitad.

En algún momento de su vida, llegó a dejar de creer en que lo encontraría, quizá estaba al otro lado del mundo, ¿es qué era imposible que estuviera cerca, cierto? Aunque el único motivo que lo mantuvo a flote, era presenciar con sus propios ojos a algunos soulmates tomados de la mano como si nada más existiera. Eso fue su ancla, su todo, fue su esperanza y fe al mismo tiempo. Y fue ahí, que decidió expresar mediante su arte, lo mucho que amaba a su soulmate, era algo que le decía que debía transmitir en el momento y guardarlo en sus memorias. Debe recordar que al principio lo hacía por simple pasatiempo, ya que desde muy niño le gustaba dibujar pero mediante como iba creciendo los dibujos eran dedicados a su soulmate. Pintando con el alma solo para él, para su Katsuki.

Suspiró. Saliendo de aquel metro en el que acaba de trasladarse hace hora y media, caminó con un poco de angustia y seguridad, una mezcla bastante extraña de emociones pero..., era porque quizá había decidido venir a Shinjuku lugar donde Tõya junto a Aki le habían dicho que su soulmate vivía al otro lado de la ciudad.

De haber sabido hace tiempo, que estaba tan cerca de él, lo hubiese buscado con más esmero. Pero se había tardado incluso más que é. Bakugõ lo buscaba, sentía que ya era hora de que él lo hiciera también, solo esperaba poder reconocer a su soulmate apenas cruzar miradas.

Ahora sí, haciendo un sonido sordo con sus botas contra el pavimento, estaba seguro de que lo encontraría. Algo en su corazón regocijaba de felicidad, era una buena corazonada.

[...]

Bakugõ había salido de su hogar desde temprana hora, aún se sentía culpable por lo que había ocultado a Deku. Sentía remordimiento por todo su ser, incluso llegó a odiarse por eso. No tenía cara para ver a Izuku luego de haberle prometido que le diría donde se encontraba su soulmate apenas saberlo, lo estaba pensando tanto que no podía con su consciencia e iría ahora mismo hacia el chico castaño para dirigirse a aquella academia de música.  Quizá tenga suerte y lo encuentre en dónde mismo. Si no tenía cara para decírselo a Deku, al menos se lo diría a Aki y esperaba que comprenda la situación. Pero dudaba mucho que así fuera. Además se lo merecía por estúpido, está completamente seguro de que sí Deku tuviera su don, aún así no pudiera encontrar a su soulmate, el de cabellos verdes se lo diría sin pensarlo.

—Tsk... Maldita sea, debí decírselo —responde Katsuki a la nada, mientras mantiene sus manos ocupadas dentro de su cazadora, no le importaba si la gente lo escuchaba murmurar por la calle.