Gold & Regina viven ahora muy felices al lado de sus respectivas familias en Storybrooke.
La paz y tranquilidad los acobija, pero jamás se debe bajar la guardia. ¿Qué ocurrirá cuando deban enfrentarse a un nuevo peligro? Serán tan fuertes como para...
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Domingo
Sentía unos dedos acariciando suavemente su rostro, así que lentamente abrió sus ojos, su esposa lo observaba, esto lo hizo sonreír
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—Buen día— dijo ella con una gran sonrisa
Facilier se acercó a ella y la beso
Unos toques en su puerta los hicieron parar
—Adelante— dijo él
Su hija abrió la puerta e ingresó a la habitación
—Buenos días— los saludo mientras les sonreía
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—¿Qué haces despierta tan temprano?— preguntó su madre, Kiara solía dormir hasta tarde los domingos y supuso que ese día ni siquiera podría sacarla de la cama, ya que la noche anterior había sido la cena de aniversario del pueblo y habían regresado muy tarde
—Yo les preparé el desayuno— comentó
—Esa si que es una sorpresa, enseguida bajamos entonces— aseguró él moreno
La pareja bajo a la cocina, la mesa ya estaba servida y su hija estaba sentada esperándolos
La pequeña familia desayuno tranquila, mientras mantenían una charla bastante animada
