Gold & Regina viven ahora muy felices al lado de sus respectivas familias en Storybrooke.
La paz y tranquilidad los acobija, pero jamás se debe bajar la guardia. ¿Qué ocurrirá cuando deban enfrentarse a un nuevo peligro? Serán tan fuertes como para...
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—Señor, no se como decirle esto, pero ella desapareció— informó
Hyde cortó la llamada, buscó sus llaves y salió de su casa, condujo muy rápido hasta llegar al hospital, alguien iba a pagar muy caro por la desaparición de Edith, ¿Sera posible que ya hubiera despertado? o ¿Alguien la habia secuestrado?, no lo sabia, pero lo iba a averiguar
Hospital General de Storybrooke
Hyde caminaba por los pasillos, con su cara de pocos amigos, las personas que se atravesaban en su camino rápidamente se apartaban, llegó hasta la oficina del director del hospital y sin siquiera tocar la puerta ingresó
—Buenas tardes Sr. Alcalde— dijo el hombre al verlo
—Necesitó que me expliqué que fue exactamente lo que paso— ordenó serio
—Cuando la enfermera que se encarga del área de pacientes en estado de coma, llegó a hacer su ronda por la noche, se dio cuenta que su hermana ya no estaba, se lanzó la alerta y comenzamos a buscarla, no quisimos llamarlo de inmediato ya que sabíamos del evento de su esposa, por eso le notificamos hasta hoy, pero desde que se descubrió la desaparición se comenzó la búsqueda, aunque no hemos tenido éxito, aun no se ah encontrado un solo rastro de ella— explicó
—¿Y las cámaras de seguridad?, ella no pudo solo desaparecer y más les vale que la encuentren— advirtió
—En las cámaras no se ve nada, al parecer hubo una falla que no había sido detectada y el vídeo se detuvo– expuso el director
Hyde caminaba de lado a lado, todo era cada vez más sospechoso, definitivamente debía encontrar a Edith, salió de la oficina, no sin antes asegurarle al director del hospital que tenían que descubrir que paso con su hermana o habrían graves consecuencias
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Elizabeth estaba acostada en su cama, las palabras de su hija seguían dando vuelta en su cabeza, ¿Cómo había podido ser tan ciega?, debía de haber visto alguna señal, la traición de su esposo le dolía profundamente, ya no quería llorar más, deseaba borrar ese sentimiento de culpa, a pesar de que en esta historia ella resultó victima de las mentiras de Hyde, se levantó de la cama, limpió su rostro y aplicó una nueva capa de maquillaje, se puso otro atuendo, tenia que hacer algo, no sabia si era lo correcto, pero debía hacerlo
Al salir de la habitación notó que su esposo no estaba en la casa, tampoco le importaba donde estuviera o que hacia, se dirigió al garaje y arranco su auto, llegó al lugar que quería, pero estaba aferrada al timón del auto, aquello era una locura, ¿Qué ganaría hablando con Victoria?, ¿Darle el gusto de ver como toda esa situación le afectaba?, y siendo sinceros ella no era la única culpable, el engañó se dio por parte de ambos, no se rebajaría al nivel de ellos, condujo a casa de Jasmine, necesitaba acordar algunas cosas con ella, su asistente vivía en un complejo de condominios muy bonito ubicado en el centro de la ciudad
