11.-Pastillas de agua

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Mariana Ferrer.

Bueno bueno bueno, hace rato estuvo muy interesante.

Follaste con Blake.

¡¡Claro que no!!

Pero casi.

No tan así, fue más como solo un beso.

Claro que no.

¡Pero no pasó nada más!

Ya déjalo, al cabo gané esta discusión.

Simplemente le dije a Blake que no quería que nada más pasara, porque él tenía las mismas intenciones que mi pervertida conciencia.
Luego Blake se fue y yo me quedé esperando a que empezara la fiesta.

Hace bastante rato llegó Shiro, y obviamente le conté todo lo qué pasó con Blake.
También hace poco empezó a llegar la gente, en el patio ya se puede escuchar el alto volumen de la música y también todas las voces de la multitud.

Shiro y yo bajamos de mi habitación a la fiesta y nos separamos para buscar a Blake Kruize.

Buscamos por aquí,
Buscamos por allá,
Buscamos por delante y Blake Kruize no está.

Buenas rimas conciencia, pero lamentablemente para tu canción robada acabo de avistar a Blake a unos metros de mi.

Mientras más avanzo para llegar con Blake empiezo a darme cuenta que a su lado izquierda se encuentra su hermano Derek.

—Blake.—lo saludo gritando con una sonrisa porque por la música apenas y se escucha.

—Hola Mar.—me mira con una sonrisa que me hace creer que esta pensando en el beso que nos dimos hace rato.

No fue un beso, fueron muchos, oh si oh si.

¡QUE TE CALLES!

Bueno pero no te enojes.

—¿Quieres ir a otro lado?—le digo con la misma pervertida sonrisa.

—Claro.—responde. En toda esta conversación hemos ignorado por completo a Derek.

—Blake, no vas a ningún lado con ella.—dice Derek.

Era evidente que no se quedaría callado a ver cómo te llevabas a Blake.

Derek, queremos privacidad.—le respondo a Derek.

—Mariana, no quiero sonar grosero ni insistente, pero ya te dije que Blake no es la persona que tú crees.—dijo acercándose a mi para que yo lo escuchara con claridad y que Blake no lo oyera.

Sin embargo Derek falla con eso por que Blake se enoja inmediatamente.

—¿Entonces si fuiste a hablar ayer con Mariana?—dice y en su voz se nota que la rabia lo está consumiendo.—¿No te dije que te alejarás de ella, imbécil?—

—¿Ves Mariana? A eso me refiero, Blake no está bien, y te pido que te alejes de él, no es que tú y yo nos llevemos especialmente bien, pero solo se que mi hermano representa un peligro.—cuando Derek termina de decir eso Blake le lanza un puñetazo a la cara.

—¡TE ESTOY DICIENDO QUE LA DEJES!—Blake le grita como nunca imagine a su hermano, quien muestra una expresión de dolor y mantiene su mano a la altura del golpe.

La mesa de los chicos popularesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora