12.-Palabras y farsas

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Blake Kruize

Acabo de despertar, me levanto de la cama y camino hacia la pared, empiezo a pasar mi mano sobre esta, para encontrar el interruptor de la luz.

La luz se enciende y miro la habitación, Mariana está acostada y todo está desordenado.
Espera ¿Mariana? ¿Qué hago aquí? ¿No me fui a casa?¿¡Qué mierda pasó anoche!?

Camino hasta donde Mariana está acostada y le empiezo a tocar el hombro para despertarla.

Si Derek le dice esto a mis padres ellos me van a matar, y todo por culpa del maldito de Derek.
Sé que es mi hermano, pero mis padres me tratan como un niño estúpido por su culpa, estoy a un simple paso de asesinar a ese imbécil.

Sigo con mi afán de despertar a Mariana pero no sé por qué no despierta.

—Mariana.—digo con un toque de insistencia en mi voz.—despierta.—sigo moviéndola para que se levante.

Después de unos largos segundos en donde mi preocupación me toma la mente por completo, Mariana emite un ligero sonido y mueve su hombro alejándolo de mi.

—Déjame dormir.—dice con la voz cansada en un tono de voz casi imperceptible aferrando sus brazos a la almohada.

Emito una pequeña risa por verla así, pero mi preocupante pensar vuelve a aturdir mis pensamientos por lo que me acerco hasta ella y sigo moviendo su hombro.

—Mariana, en serio, debes despertar ya.—vuelvo a insistir.

Ella medio abre los ojos y me mira un segundo.—¿Qué?—pregunta aun rodeando la almohada con sus brazos.

—¿Qué pasó ayer?—le pregunto deseando que conteste lo más rápido posible.

—¿No te acuerdas?—levanta su torso de la cama y frota su ojo con su mano.

—¿Si pregunto es por algo no?—digo con ironía y enfado por su respuesta.

—Pues.—dice con la voz ya clara.—Tú y yo emmm.—sonríe y agacha la cabeza sonrojada.—pues eso.—dice con la cabeza agachada.

¿Pero qué mierda?

—¿Qué?—le respondo confundido.

—Pues eso, ¿No entiendes?—alza la cabeza y miro sus mejillas rojas y eso me hace sonreír.

Mariana Ferrer

Iiiiiiiiiiiiih te sonrojaste, yo creo que sí te lo violaste eh, no me creo eso de que haya sido fingido.

Conciencia, me sonrojo porqueeeeeee, emm, pues porque si, no tienes derecho a juzgarme cuando por tu culpa me le quede viendo a Derek.

Nah nah nah, yo solo dije Madre santa, tú sugeriste mirarlo, no yo.

Como haya sido, no tienes derecho a juzgarme.

Si tengo, soy tu conciencia y para eso vivo, pa' que sepas qué está bien y qué está mal, búscalo en el diccionario, ahí dice.

Pues suicídate y deja de juzgar.

Va eh, así nos vamos a llevar, pues voy a hacer que pasen las imágenes más oscuras que puedas imaginar eh.

Y en un segundo gracias a mi consciencia en mi mente se ve reflejada la imagen de Derek Kruize anoche, con la camisa mojada.
Me quedo embobada mirándolo hasta que me doy cuenta de que esta mal seguir.

¡Conciencia! ¿No que tú estabas para decirme que está bien y que está mal?

Me morí, sorry.

La mesa de los chicos popularesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora