Zona en construcción.-

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Hay muchas cosas que Taehyung debe reconstruir, su amor propio siendo una de ellas.

Debe re construir su visión de la vida, su manera de entender el amor y las relaciones, su forma de desenvolverse en un mundo en el que no se siente cómodo, su rencor y la forma en cómo vive con él y, así mismo, debe reparar las profundas heridas que causó en las personas que, estando a su alrededor, resultaron lastimadas por su rabia e incomprensión. 

No es que sea sencillo porque reconocerse culpable de ello le resulta doloroso para sí mismo. 

Pero sí algo le enseñó su familia es que debe hacerse responsable y que no es sano vivir con resentimiento y Taehyung lo sabe, sabe que lo único que consigue es hacerse un hueco cada vez más grande en el corazón cuando trae de regreso aquellos recuerdos, aquellas palabras venenosas que Hoseok le dedicó y que se incrustaron en él como una estaca casi imposible de remover hasta casi un año atrás. 

También sabe que su relación con Jung Hoseok jamás volverá a ser igual y Taehyung está bien con ello. 

Está bien con tener que fingir delante de las cámaras una amistad que ya no existe porque la personalidad de Hoseok para las fans dista lo suficiente de aquel que alguna vez fue uno de sus mejores amigos y que, ahora, sólo se deja ver cuando se trata de trabajo. Está bien con ignorarlo cuando están sentados en la misma mesa, incluso cuando los mayores no parecen (o prefieren no ver) la realidad de las cosas. 

Taehyung realmente está bien con haberlo perdido porque, a cambio, tiene la paz suficiente como para comenzar a sanar. 

Sanar él mismo, dejar de hurgar en aquellas heridas tan profundas y que ocasionaron un sinfín de inseguridades que rayaban en lo tóxico, evitar tomar decisiones precipitadas que sólo buscaban su propio beneficio y, así sea con esfuerzo, volver a ser aquel chico de campo que siempre tenía una sonrisa dulce para todos, dispuesto a ofrecer su ayuda a quien lo necesitase.

Sanar también sus relaciones: ya no mirar con lástima a Jimin, quien había sanado su corazón roto a paso lento, pero seguro; dejar de utilizar a sus amigos como salvavidas en una vida que comenzaba a convertirse en una espiral peligrosa y, recuperar el tiempo perdido con la única víctima inocente de toda la situación: Jungkook. 

Es por ello que Taehyung lleva meses enteros tratando de ser una mejor persona, un mejor amigo y alguien digno en quien confiar; lo totalmente opuesto a Hoseok. 

Les dedica tiempo a sus amigos por fuera del grupo, saliendo con ellos en planes distintos a fiesta e incluso presentándolos a sus padres en vacaciones cortas en medio de su ajetreada vida de Idol. Está cansado de hacer amigos superficiales y prefiere centrarse en aquellos que ya tiene a su lado, los mismos que tanto le han apoyado (incluso cuando ha sido de todo menos agradable con ellos). 

También lo ha hecho con sus miembros: ha comenzado a pasar más tiempo con Namjoon en el estudio, intentando mejorar sus habilidades al momento de componer; con Jin ha comenzado una rutina de ejercicio que ha comenzado a rendir sus frutos y con Suga comparte momentos reflexivos de los que no habla con nadie más. Los tres mayores le han abierto sus brazos de regreso sin reclamos ni comentarios, casi como si nunca hubiesen notado algo. 

Por otro lado, le ha costado un poco más de tiempo en lo que respecta a Jimin. Más por miedo que por otra cosa; pero es un mejor amigo y el mayor siempre ha estado ahí para él, Taehyung simplemente no podía seguir siendo tan egoísta como para sólo pensar en sus sentimientos heridos cuando Jimin también sufrió por lo sucedido. Así que su relación se fortalecido poco a poco, volviéndose igual de entrañable que en el paso, sino es que más. 

Y lo más importante, ha conseguido ganarse el perdón de Kookie a pulso. 

Jungkook era un amigo muy importante para él, por lo que se había esforzado con sinceridad: le había confiado su historia a grandes rasgos (sin mencionar el nombre de Hoseok en medio, sabiendo el profundo cariño que sentía su menor por el bailarín), había planeado salidas sólo los dos a aquellos lugares que ambos disfrutaban como una sala de karaoke o un parque de diversiones, organizó pijamadas improvisadas en las que pasaban horas jugando videojuegos hasta que Jin les mandaba a dormir a altas horas de la madrugada e incluso habían viajado juntos a Busan para visitar a la familia del menor. 

IndecisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora