Lilith #PGP2024 [TERMINADA]

Capitulo - 2 - Estrella de la mañana

Miguel, el segundo hijo de Dios. Su bien amado hijo, Miguel. El líder del ejercito de Dios, con la misión de traer paz entre el cielo y la tierra. Quien a demostrado una voluntad inquebrantable y gran devoción hacia su Padre; no dudo en acudir a él al enterarse de lo que ocurría en su contra.

—Padre —se inclina ante la majestuosidad de su presencia—. Vengo a ti, debes saber lo que sucede.

—Es Lucifer.

—Sí —de nuevo bajo la cabeza con vergüenza—. Su rebeldía, aquella que has pasado por alto, ha sido sembrada en otros ángeles.

—¿Por qué? —murmuro en voz gruesa.

—Han sido tus creaciones, Padre, Adán y Lilith —con profunda pena continuó sus declaraciones—. No creen que sean merecedores de tu amor y devoción. Han despertados los celos y la envidia en su corazón.

—No lo entiende —soltó con pena.

Ha sido Lucifer quién ha confabulado semejante mentira.

—Se levantarán en tu contra, Padre —volvió a su postura firme alzando la mirada azul—. ¿Qué hará Usted?

¡Oh! Su más bella creación, el más bello de todos, su bien amado hijo no podía entender el amor que su Padre sentía por todas sus creaciones.

—¡Padre! —bramó con voz fuerte Lucifer.

Dios dirigió su atención en su hijo, su manto cubierto de innumerables piedras preciosas y bordado de oro, le arropaba. Allí estaba, con altanería ante él, su creador.

—¿Qué es lo que has hecho, Lucifer?

—Estoy en lo correcto —debatió contra su hermano—. Únete a mi cruzada, Miguel.

—¡No! —retrocedió—. ¡Detén lo que estás haciendo y nuestro Padre te dará su perdón!

Con furia en sus ojos, miró a su Padre en el trono; sopesando su discurso ególatra, el que pronunció con aires de sabiduría ante el silencio de su Creador.

—Esas criaturas que has creado, seres inferiores, ¡humanos! No serán más que un desperdicio —negó al ver a su Padre no pronunciar palabra—. ¿No éramos suficiente para ti? ¿Por qué crearlos?

—Oh, hijo mío —soltó con pena—. La soberbia ha entrado en tu corazón y tu sabiduría esta nublada por tu esplendor. Te has enaltecido por encima de los demás incluso-

—¡Por encima de ti, Padre! —interrumpió con agresividad—. Dices que debemos esperar, que debemos dejar que los humanos ¡evolucionen!

Negó con vehemencia; retrocediendo sobre sus pasos una y otra vez; con una sonrisa desdichada. Coloco su atención al planeta Tierra señalando:

—Un día, tu insignificante creación se creerán Dioses. Intentará llegar hasta el cielo y querrán someternos a sus peticiones ¡te destronarán! —señalo con su dedo creyéndose la verdad plena—. Y antes de que eso pase seré; yo quien ocupe tú lugar; pronunció con una espléndida sonrisa.

El brillo en sus ojos oscuros era de completa codicia.

—¿Y cómo piensas hacer eso, Lucifer? —Le replicó Dios en su inmensa paciencia.

—He venido a exigirte me entregues el lugar que me corresponde —se señaló así mismo con orgullo—. ¡A mí, tu hijo! El más bello y perfecto de toda vuestra creación. Solo ¡yo! puede ocupar tu lugar.

—¿Te atreves a levantarte contra nuestro Padre? —Le replicó el Arcángel Miguel, muy enfadado.

—El hijo ha demostrado ser mejor que el Padre —Le contestó en un esfuerzo por demostrar a su hermano que tenía toda la razón.