El infierno.
Tan frío y solitario.
Su vista perdida en el infinito oscuro donde no había más que putrefacción. Lucifer no fue el único ángel que cayo aquella noche, todos quienes le siguieron se encontraban allí, podía sentir la mirada que le daban al notar su presencia a este punto, Lilith sabía reconocer el deseo que podía despertar y como no, al ser la mujer más bella.
—De nuevo pensando —llego la voz detrás—. ¿Qué te trae a este lugar?
Aquella vista no tenía nada de atractiva, nada inspirador, un inmenso vacío y gran agujero oscuro de una profundidad inimaginable. Tal vez, el atractivo del acantilado es la amplia visión que le regalaba del Infierno sin perder detalle alguno de este.
Sus manos reposaron en sus hombros dejando un beso en su piel, Lucifer descubrió lo suave que podía llegar a ser la piel de Lilith y aquel exquisito aroma que desprendía cada rincón de su hermoso cuerpo, tenerla cerca era una completa adicción imposible de dejar.
—Me gusta la vista —respondió ignorando su gesto cariñoso.
Lucifer mientras ella admiraba aquél vacío, le decía al oído:
—Esto es solo el comienzo de lo que tendremos.
Lilith guardó silencio por un instante, luego de un largo suspiro le respondió:
—Si queremos ganarle a Dios necesitaremos más que este lugar vacío y oscuro —Lucifer le contestó con una simple sonrisa a sus palabras.
Dejo el jugueteo que tenía, y apartó su rostro de entre su cabello. Su pecho se llenó de oxigeno sonriendo con soberbia. Prestó atención a la vista que le ofrecía el acantilado sin encontrar algún atractivo como lo encontraba ella.
—El Infierno es más que un lugar oscuro y vacío, no necesita de grandes campos floreados o pajaritos cantando por cada rincón —aseguró mientras contemplaba el horizonte—. Es tan grande como el cielo, más imponente y un día... será más fuerte que el reino de Dios.
Lilith giró el rostro mirando a Lucifer, sabía que no había mostrado todo.
—Muéstrame que tan imponente es.
—¿Qué piensas hacer con todo lo que te muestre?
—Pruébame y veras, te aseguro que más de lo que te puedes imaginar.
Su ímpetu le agradaba, cada día que pasaba admiraba ese deseo ferviente en Lilith, quemando en ella como los ríos de lava que corren por el Infierno.
Lilith, no podía imaginar el tamaño del cielo, comparar la hermosura de este con el Paraíso infernal en que se encontraba era imposible, y pensar en ello la llenaba de tanta furia al sentirse excluida por Dios siendo enviada a la Tierra.
¡Oh, cuanta injusticia la tuya Todopoderoso! Cuan inevitable era no sentir la ira crecer en su interior.
Lucifer le mostro lo enorme que eran las montañas sin vida en el Infierno, el camino muerto sin rastros de césped y los árboles secos sin vida llegando tan alto donde podía apreciar con fascinación cada oscuro rincón del lugar.
—Todo lo que Dios desprecia termina en las profundidades del Infierno —Nada detuvo su andar ni siquiera lo empinada de la montaña, con sus manos entrelazadas Lucifer expresaba sus maravillosas ideas con el Infierno—. Juntos llenaremos este lugar de las criaturas más infernales y temibles jamás vistas por Dios.
Lilith permaneció en silencio al llegar a la cima de la montaña viendo el enorme vacío de su caída, el Infierno era grande, sin duda alguna. No podía esperar vida cuando Lucifer, representaba todo lo opuesto al Todopoderoso.
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Lilith #PGP2024 [TERMINADA]
FantasyLa historia no es como esta escrita en la Biblia. Y no fue Eva la primera que disfruto del paraíso. La primera mujer no salió de la costilla de Adán, ella fue creada como su igual, Lilith, fue la compañera elegida para el primer hombre de la tierr...