Capitulo - 9 - Burla

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—¿Qué haces? —preguntó la voz femenina.

Oh por supuesto que Lilith aún estaba a su lado, más oscura que nunca, como ama y señora del Infierno. El mal solo resaltaba su belleza, el sadismo en sus batallas hacía temblar a los pequeños querubines huyendo antes de que fueran alcanzados por su poder perdiendo toda su luz devorándolos por completo.

—Recordando —respondió el autodenominado rey de las tinieblas.

Su respuesta fue calmada regalándole una sonrisa que poco apreciaba Lilith. Sus verdaderos placeres estaban en el sufrimiento, el dolor, la agonía del último suspiro y las almas que podía robar para el ejército contra Dios en la próxima batalla.

—¿Que recuerdas? —caminó hasta el trono sujetando en ambas manos cabezas de demonios innecesarios dejándolas caer a un lado—. ¿Que es tan interesante para ti? —a horcajadas se subió sobre Lucifer rodeando sus brazos alrededor del cuello acercando su rostro, besando sus labios con vehemencia.

Logro morder lo suficiente hasta sacarle sangre saboreando el dulce sabor.

—La cruzada de Jesús —sonrió.

Lucifer vio como el rostro de su hermosa mujer se iluminó, pero un ser tan sádica como Lilith recordó algo mejor:

—¡Su crucifixión! Eso en verdad es algo memorable.

Sus risas hicieron eco en el Infierno, esos efímeros momentos de felicidad eran percibidos por los demonios con pavor, causando que se ocultaran de su vista. Con los años aprendieron que la felicidad no es sinónimo de paz en el Infierno, solo significa una fiesta de sangre y muerte como resultado final.

—El pobre Jesús agonizando en la cruz clamando por su Padre, que nunca llegó a salvarlo —ese tono irónico vino acompañado de un puchero en sus labios rosados.

En burla comenzó a imitar los gritos del único hijo de Dios asegurándose que se escucharan tanto como fuera posible en el Cielo.

—¡Yo los perdono, Padre! ¡Yo los perdono! —imitó la voz agonizante del rey sin corona en la Tierra—. Debió aceptar venir conmigo cuando se lo propuse.

—Demasiado orgulloso como para darle la espalda a Dios —afirmó Lucifer.

—Demasiado imbécil como para sufrir por los humanos —sonrió con cinismo—. Si tan solo hubiese caído en mis encantos, ¿crees que no soy su tipo?

Dejó que Lucifer apreciara su desnudez como tantas veces lo ha hecho obteniendo el mismo rostro como si fuera la primera vez que la tenía en sus brazos. Relamió sus labios mirando con lujuria su rostro.

—Creo... que Jesús es un idiota por no llevarte a la cama —Lucifer aseguró su razonamiento sellándolo con un beso apasionado.

Y una vez más volvieron a reír, burlándose del hijo de Dios.

Si de recuerdos se trataba en este particular encuentro, Lilith tenía varios. Entre ellos la caída del Edén, ese día tenía una celebración especial en el Infierno a modo de burla le enviaba canastas de manzanas a Dios solo para recordarle aquella fecha memorable.

Los acontecimientos luego de la expulsión del Edén eran claros en su perfecta memoria. Las celebraciones de Lilith no dejaban títere sin cabeza, por supuesto que Adán y Eva también recibirían una porción de su burla.

Dios castigó a Adán a labrar la tierra de donde había sido creado, con el sudor de su trabajo se ganaría sus alimentos. Sucio, sudoroso con su piel más bronceada por el trabajo bajo el sol, tropezó en medio de su labor, llenando sus manos de tierra sacudiéndolas en sus ropas.

Lilith #PGP2024 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora