Capítulo 6

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Los días pasaron y Minseok apenas había visto a Jongdae, este le había asignado un nuevo guardia, y era extraño e incómodo ser seguido por alguien que no era Jongdae, él lo había seguido toda su vida, desde mucho antes de ser su guardia, tener a otra persona era incómodo, o tal vez lo incómodo era que extrañaba demasiado a Jongdae, a su risa escandalosa, extrañaba su voz angelical cuando cantaba en el despacho real porque se aburría de ver a Minseok metido entre libros todo el tiempo, incluso extraña cuando le decía “Minnie” de manera totalmente irrespetuosa, lo extrañaba tanto. Minseok estaba confundido, faltaba un día para su boda y ni siquiera se sentía seguro del camino que estaba tomando en la vida, no después de darse cuenta que los sentimientos que sentía por el guardia real iban más allá de una simple amistad.

Jongdae por otro lado estaba concentrado en su trabajo, no lo había descuidado por una herida y estaba siendo lo más profesional que podía, tan profesional que ya había preparado un esquema de seguridad para la boda, había investigado sin descanso el grupo rebelde que los atacaban, se hacían llamar la red force, consideraban que su actual rey era demasiado liberal y aquello iba en contra de los principios con los cuales se había establecido ese país, su líder se hacía llamar, no había conseguido su nombre real, dragón no hacía parte de la rebelión , solo era un mercenario contratado por estos, planeaban atacar la boda y tenían infiltrados en su propia guardia, esa era la razón por la cual burlaban tan fácilmente la seguridad del castillo, y Jongdae no tenía ni idea quienes podrían ser los infiltrados, podía crear un esquema perfecto y no iba a servir de nada si los traidores le abrían las puertas a los rebeldes, solo quedaba poner más cerca del rey a sus hombres de confianza,  esperar lo mejor de ellos y prepararse para pelear.

Jongdae estaba caminado hasta el despacho real y sentía los nervios golpearle el estómago, iba a hablar con Minseok después de un tiempo, el guardia en la puerta del despacho real le indico que el rey ya se había ido a descansar, fue a la habitación de Minseok y golpeó suavemente sintiendo esa punzada incomoda en el estómago, odia sentirse así, odiaba el miedo, odiaba tenerle miedo a Minseok. La puerta se abrió y vio a Jaehyun abrir lentamente, el guardia saludo a su superior y lo dejo pasar. Cuando vio a Minseok este tenía los ojos abiertos por sorpresa, viéndolo directamente, esos ojos por los cuales se moría lentamente.

—Necesito que su majestad apruebe el plan de seguridad para la boda.- dijo después de inclinarse como un buen vasallo.

—….Por supuesto, explícalo.- dijo suavemente y Jongdae sintió como la sangre le hervía con el solo hecho de escuchar su dulce voz, era como si se estuviera privando de algo necesario y tenerlo de vuelta solo lo hacía más sensible a eso que anhelaba tanto. Jongdae obedeció explicando el plan cuidadosamente sin mirar a Minseok a los ojos hasta que acabo rápidamente.—Me parece adecuado el plan, pero no considero que estés en una situación idónea para estar en el frente, todavía estás herido, creo que Jaehyun ha demostrado ser lo suficientemente bueno, ponlo a él al frente.

—Jaehyun es bueno pero es solo un niño.- comento apretando la mandíbula.—No te ofendas Jaehyun, es solo que tengo más experiencia, no es nada contra ti.- Jaehyun que estaba en la puerta asintió tranquilamente entendiendo perfectamente la situación, en un ataque directo necesitaban al mejor de los mejores, y ese era Jongdae, todos los guardias estaban conscientes de eso.

—Jaehyun, por favor déjanos a solas, el día de hoy Jongdae tomara tu lugar.- ordeno Minseok y con una reverencia el guardia obedeció y los dejo solos en la habitación, la sangre de Jongdae comenzó a bombear demasiado rápido, no quería quedarse solo con Minseok, no sabía hasta dónde podría soportar.—Jongdae, todavía estás herido, no me parece conveniente que estés en el frente, si sabes que van atacar no deberías pelear.- dijo suavemente su tormento y Jongdae trato de calmarse.

Mi Rey (ChenMin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora