Capítulo 8

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Minseok se detuvo frente a la puerta de la habitación de Jongdae y su corazón comenzó a latir fuertemente, estaba nervioso, emocionado, feliz, asustado, tantos sentimientos diferentes se arremolinaban en su interior. Entro a la habitación teniendo cuidado de no hacer ruido y vio al médico real guardando sus cosas en el maletín, en la cama Jongdae dormía.

—Su Majestad, que sorpresa verlo acá, ya acabo la ceremonia de la boda real?- pregunto el médico sorprendido pero Minseok no le importaba esa absurda boda.

—¿Cómo está?- pregunto ignorando lo dicho y se acercó a la cama para ver más de cerca el rostro tranquilo del hombre que amaba.

—Esta bien, solo algunos cortes, fue un desmayo por la fatiga física, dormir unas cuantas horas hará que se recupere y este gato guardián estará de nuevo saltando de aquí para allá- dijo el anciano doctor y termino de recoger sus cosas.—Si su majestad me permite, debo retirarme para revisar a los demás heridos.- después de recibir un asentimiento del rey el médico se retiró dejándolo a solas con Jongdae profundamente dormido.
Minseok se quedó mirándolo mientras dormía, su rostro estaba tranquilo y se veía tan hermoso, tenía un moretón dónde dragón le había golpeado y no se aguanto las ganas de acariciar su rostro, no tenía idea de lo que acababa de hacer pero no sé arrepentía, no podría arrepentirse de escoger a Jongdae por encima de todas las cosas, era la persona que más amaba en la vida, lo escogería las veces que fueran necesarias. Acarició suavemente con sus dedos el rostro de Jongdae, se veía tan lindo durmiendo tranquilamente, deseaba decirle cuando lo amaba, pero debía dejarlo descansar, Minseok también estaba agotado mentalmente así que mirando el rostro de Jongdae termino durmiéndose en una silla al lado de la cama de Jongdae. Solo despertó cuando sintió caricias en su cabello y al abrir los ojos lentamente vio a Jongdae inclinado hacía el sonriendo ligeramente.

—Pareces un gatito cuando duermes.- dijo mientras le pellizcaba una mejilla al darse cuenta de que despertó.

—Que haces levantado, debes descansar.- le riño mientras lo llevaba a la cama de nuevo y lo arropaba como si fuera un niño, se esmero en que todo estuviera perfectamente arreglado y volvió a sentarse en el sillón satisfecho de su trabajo como enfermero.

—Me siento como nuevo, aunque me duelen las costillas y la mandíbula, pero estoy bien.- Jongdae sonreía al ver lo lindo que se veía Minseok preocupado por él pero de pronto su sonrisa decayó poco a poco.—Es tu noche de bodas, deberías estar con tu esposa está noche, no cuidando a un guardia.- Dijo ácidamente y se acostó de nuevo en la cama dándole la espalda a Minseok que se rió porque parecía un niño haciendo una rabieta, efectivamente Jongdae era un bebé, su bebé.

—No me casé tonto, la boda está cancelada.- dijo riendo mientras le daba una palmada en la cadera y Jongdae se volvió a verlo rápidamente con cara sorprendida, había creído escuchar mal.

—De que hablas…cancelaste la boda….pero y tú padre, y el reino de Velvet.- pregunto confundido mirando sus manos para estar seguro de que no era un sueño.

—No importa, tengo responsabilidades con el reino pero no voy a sacrificarme y mucho menos voy a sacrificarte, luego pensaré en que voy a hacer, que es lo peor que puede pasar? Intentar asesinarme ya lo hicieron y lo van a seguir haciendo.- contesto con simpleza recostándose en la cama junto a Jongdae mirando fijamente el techo, sintió la caliente mano de Jongdae colarse por debajo de su camisa y cerró lo ojos disfrutando de la sensación.

—Pensé que te gustaba Irene.- susurro Jongdae contra su cuello para luego llenarlo de besos.

—Me parecía una persona agradable e interesante, nada más, como podría gustarme cuando sabes perfectamente que estoy completamente enamorado de ti.

—Entonces no te vas a casar, la boda está completamente cancelada, incluso en el futuro, verdad?- pregunto tomando de las mejillas a Minseok para que lo mirara fijamente.

—Deberías ver tu cara, estás totalmente asustado.- dijo Minseok tomándolo también por las mejillas.—Quien diría que el gran Jongdae, famoso por su valentía y nervios de acero, famoso por ser incapaz de sentir miedo podría poner una cara así.

—Minseok no estoy jugando, yo no lo soportaría, no soportaría ese dolor, no sabes lo que duele arrancarse el corazón y aceptar que te vas a casar con alguien más, no soportaría ver cómo eres de otra persona, te amo, te amo más de lo que puedes imaginar, eres todo lo que más amo en mi vida, como quieres que no sienta miedo de perderte.

—No debes sentir miedo, porque no me casare con nadie excepto contigo, porque te amo solo a ti tontito.- dijo el rey sonriéndole mirándolo directo a los ojos y se veía como un ángel.

—Qué…qué dijiste Minseok?- pregunto aturdido y avergonzado.

—Que te amo, te amo, te amo gato guardián tonto!!- dijo gritando mientras se lanzaba encima de Jongdae y le llenaba la cara de besos. Jongdae se reía fuertemente porque le hacía cosquillas cuando le daba besos en el cuello, y trato de ignorar el hecho de que le dolía todo el cuerpo por la batalla, lo abrazó y ambos se recostaron en la cama besándose dulcemente, el amor ahora no era dolor y miedo, el amor era dulce y hermoso.

Jongdae lentamente empujó el cuerpo de Minseok hacía el colchón, y lo beso más profundamente, paso sus manos por la suave piel del abdomen de Minseok acariciándolo como si fuera la más delicada porcelana, así parecía, subió su mano hasta el pezón de su amado y lo acarició suavemente, Minseok abrió la boca un poco para dejar escapar un suave gemido, la sensación de las manos de Jongdae sobre su cuerpo era intoxicante, se volvería adicto a esa sensación, Jongdae era tan cuidadoso y suave con su cuerpo, sentía la suave caricia por dónde ponía sus manos, lentamente el guardia le quitó la camisa y su blanco torso quedo desnudo, era una vista apetecible, la boca de Jongdae se hizo agua por las ganas de probar esa dulce piel, no espero mucho para meterse en la boca el pezón de Minseok y succionarlo suavemente y los gemidos de su rey se hicieron más audibles, era música para sus oídos, esa melodiosa voz que salía por él, por el placer que él le daba. Su boca volvió a los labios del contrario, los degustó y lamio, lentamente, quería memorizar el sabor, la textura, la suavidad, la humedad de la lengua de Minseok lo enloquecía, estaba perdiendo el control de sí mismo y por eso con un poco más de brusquedad le termino de quitar toda la ropa dejándolo desnudo, Minseok tembló ante la sensación del viento frío contra su piel pero pronto las manos de Jongdae tocando todo su cuerpo lo hicieron entrar en calor rápidamente.

Los dedos de Jongdae se introdujeron en Minseok dándole un placer intenso inmediatamente, tocando y preparándolo para tenerlo en su interior, pronto el autocontrol del guardia se fue al carajo y se posiciono para entrar en lo más profundo del hombre que amaba tanto física como sentimentalmente. Comenzó lentamente a introducirse mientras Minseok soltaba jadeos cargados de deseo, la sensación de tenerlo dentro de él, quería tenerlo dentro ya, así que sin pensarlo mucho el mismo empujó el trasero contra la pelvis de Jongdae y la sensación los hizo dar un gemido al mismo tiempo, una mezcla entre dolor y placer que los estaba volviendo locos. Los minutos pasaron y todos era una mezcla de jadeos y gemidos, respiraciones profundas y gruñidos mientras el guardia se movía a un ritmo intenso dentro de su rey, y esté se revolcaba en su cama abrumado por el placer intenso que le daba su amado, una fina capa de sudor cubría su cuerpo y los cortes le ardían cuando el sudor los alcanzaba, pero no le importaba, porque Jongdae jamás imaginó ni en sus mejores sueños poder ver esta imagen, su ángel, su todo, su rey en su cama, bajo su cuerpo, rasguñando su piel, con el rostro sonrojado gimiendo su nombre una y otra vez, mientras su estrecho cuerpo se cerraba sobre él deliciosamente. Minseok trataba de enfocar su vista en algún lado, sentía que el cerebro se estaba derritiendo de placer, veía el rostro de su guardia intoxicando de placer y eso solo hacia que sintiera más deseo y más placer, su cuerpo fuerte y dorado por entrenar sin camisa bajo el sol de verano, incluso sus cicatrices espolvoreadas por su cuerpo se le hacían irresistibles en ese momento, lo escucho susurrar “te amo” contra su oído una y otra vez, hasta que de nuevo sintió esa presión en su vientre bajo y los fuegos artificiales explotaron de nuevo en su interior mandándole descargas de placer que le atravesaron todo el cuerpo haciendo que gritara y se cerrará aún más fuerte sobre el pene de Jongdae logrando que este se corriera dentro de él repitiendo su nombre como un mantra sagrado.

Se quedaron así por unos minutos, mientras el post-orgasmo hacia que sus cuerpos temblarán ligeramente, tratando de regular la respiración, Jongdae salió lentamente del cuerpo de Minseok y este gimió bajito cuando comenzó a sentir el semen caliente del contrario escurrir fuera de su entrada, todo era tan surreal y adictivo, incluso el dolor que le dejaba era adictivo. Todo fue tan intenso que en pocos minutos cayeron dormidos en los brazos del otro.

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Minseok despertó en un cuarto que no era el suyo y mientras se acostumbraba y recordó el porque su corazón comenzó a latir rápidamente. Vio a Jongdae dormir tranquilamente con un brazo sobre su cintura, y sintió que las sábanas debajo de él eran un desastre. El día había pasado y era hora de pensar en que iba a hacer de ahora en adelante. Se levantó lentamente y cuando intento dar el primer paso su cuerpo lo resintió, sus caderas dolían horrible y se sonrojo al recordar que el dolor era porque la noche anterior mantuvo las piernas totalmente abiertas durante mucho tiempo, se sonrojo aún más cuando recordó todo los gritos y gemidos pidiendo por más. Trato de caminar y se acostumbro un poco al cuarto de Jongdae, busco sus ropas y se las coloco rápidamente antes de que a algún guardia le diera por entrar en el cuarto y verlo totalmente desnudo, también recogió la ropa de Jongdae y la puso junto a la armadura. La armadura de Jongdae tenía el escudo real de Minseok, que demostraba que era un guardia leal de Su Majestad y además tenía un tigre que era símbolo de que Jongdae detentaba el puesto de capitán del equipo élite de la guardia real, ese había sido el sueño de Jongdae desde que era un niño.

Cuando Jongdae se graduó de la academia de la guardia real estaba demasiado emocionado, siempre le decía al capitán Siwon que algún día iba a tomar su lugar e iba a ser el mejor guerrero de todo el país, mientras que sin ningún reparo se ponía la armadura con el símbolo del tigre de su superior, y le quedaba demasiado grande, por lo cual su abuelo, el antiguo rey se burló de Jongdae diciendo que si Siwon era el tigre guardián, Jongdae era el gato guardián, Minseok siguiendo el juego le compro una figura de un gato de oro como regalo de graduación, lo recordaba bien porque también recuerda que su padre se dio cuenta y le dio una bofetada ya que un príncipe como el no debía mezclarse con plebeyos y guardias. Su padre lo humilló de tal forma que Minseok se quedó llorando en el jardín después de decidir que no era correcto darle regalos a un guardia aunque esté sea su mejor amigo, Jongdae llegó en ese momento y lo vio haciendo un puchero que para Jongdae fue irresistible, por lo que sin decir nada lo tomo de las mejillas y presionó suavemente sus labios contra los de Minseok, ambos se pusieron nerviosos inmediatamente y sin decir nada se fueron corriendo a sus respectivas habitaciones con el corazón latiendo rápidamente, las mejillas sonrojadas, y miles de mariposas en el estomago, Minseok nunca entrego el gato de oro y lo guardo como un tesoro preciado que le recordaba su primer beso, el que le había robado Jongdae, al parecer todas las primeras veces de Minseok habían sido de Jongdae, y ahora que era suyo deseaba que el guardia permaneciera toda la vida con él, no había necesidad de guardar un recuerdo de su primer beso cuando ahora tenía a Jongdae junto a él, para él y por siempre. Por lo que feliz fue corriendo a su habitación a buscar el gato de oro que había guardado por años.

Jongdae despertó por el canto de los pájaros, y al darse cuenta de que Minseok no estaba se asusto demasiado y comenzó a colocarse la ropa rápidamente para salir en busca de Minseok, no podía huir de él, no de nuevo, el miedo comenzaba a apoderarse de nuevo de él, el alma le volvió al cuerpo cuando vio que Minseok entraba sigilosamente por su puerta y dio un suspiro por qué le había dado un susto de muerte.

—Donde estabas Minnie?— Dijo abrazándolo fuertemente hasta que le saco el aire, quería no soltarlo nunca para asegurarse de que jamás se iba a alejar de el.

—Te tengo un regalo.- dijo Minseok con una sonrisa mientras besaba sus labios, sus mejillas, su cuello, todo lo que pudiera alcanzar sus labios.

—Un regalo por qué?

—Un regalo de graduación.

—Minseok, hace años que soy caballero de la guardia real, de que graduación hablas?

—Hace años tengo esta figura de oro, quería dártela, pero me sentí tan abrumado por mis propios sentimientos que no fui capaz de dártelo, ahora te lo entrego, por qué me quedé con esto tratando de guardar mis sentimientos, pero ya no voy a guardarlos más, ahora te los entrego, te entrego esto- Le dio el gato y Jongdae lo tomo con un sonrisa, pero pronto lo dejo de lado porque el estaba más interesado en otro gatito, en su todo, en su Minnie, así que lentamente lo fue empujando a la cama para volver a hacerle el amor.—También puedes tomarlo como regalo de bodas.

—De bodas?- Pregunto confundido Jongdae no entendiendo a que se refería Minseok.

—Si, de bodas, te vas a casar conmigo gato guardián, es una orden real, si te niegas a obedecer una orden de tu rey el castigo podría pesarte.- susurro seductoramente en su oído mientras pasaba sus suaves dedos por el pecho de Jongdae dándole escalofríos demasiado placenteros.

—Jamás desobedeceria una orden real, Su Majestad.- le contesto en el mismo tono besando el cuello de Minseok disfrutando del gemido erótico que este le regalaba, mientras le quitaba la ropa para hacerlo suyo de nuevo, Jongdae era un sumiso súbdito de su rey, haría lo que él le pidiera y cumpliría cada una de las órdenes de Minseok , porque lo amaba más que todo, porque era su rey.


Fin

Mi Rey (ChenMin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora