Tony y Steve viven juntos como compañeros de piso, donde irán descubriendo poco a poco el significado del amor, dejándose llevar por el encanto y dulzor de la ilusión juvenil.
Cliché romántico. Drama/Comedia.
Historia corta y simple, totalmente de m...
Tony dio un gran bostezo y estiró sus brazos, desperezándose. Algunos rayos del sol que se colaban a través de la ventana lo habían despertado.
Se removió un poco y se volvió a acurrucar sobre... ¿Un brazo?
Abrió los ojos aterrorizado y se dio cuenta de que aún se encontraba en el sofá, con Steve durmiendo a su lado y uno de sus grandes brazos rodeando su hombro. Trató de deslizarse por debajo con sumo cuidado de no despertarlo, lo que menos quería era que el rubio se diera cuenta de la posición en la que habían amanecido.
Pero un mal movimiento hizo que Steve despertara, ambos se miraron, Tony sujetándole un brazo y medio arrodillado.
—N-no es lo que parece. —balbuceó el castaño, poniéndose de pie de inmediato. Steve parpadeó un par de veces, aturdido. —. Creo que anoche nos quedamos dormidos aquí. —Comenzó a jugar con sus dedos.
—Eso explica mi dolor de cuello. —dijo Steve, moviendo la cabeza en círculos, parecía no haberse enterado de nada.
Pero Tony era otra historia.
Sus mejillas ardían y la vergüenza era leíble en su rostro, odio mostrarse tan vulnerable ante el rubio así que decidió escapar.
—Prepararé algo de café. —dijo, y un segundo después desapareció.
"¿Pero qué carajos pasó anoche?" Se preguntó, y entonces las imágenes comenzaron a llegar a su mente.
*Flashback de esa noche:
—¡Mierda! —Tony pegó un salto, derramando un poco de soda sobre sus pantalones.
Estaban viendo "Pesadilla", gracias a la propia insistencia del castaño, quién minutos antes se estuvo jactando de su "falta de nervios" para ese tipo de películas, asegurando que no se asustaba con facilidad.
Steve contuvo una carcajada, mientras le pasaba una toalla.
—¿No que muy "nervios de acero"? —Se burló el rubio, mirándolo divertido.
—Me agarró desprevenido. —Se excusó, no muy contento con su reciente desliz.
Steve miró con suma concentración cada movimiento de Tony mientras trataba de limpiarse, y sus ojos inevitablemente se posaron en su entrepierna.
De inmediato ahuyentó todos los pensamientos "inmorales" que llegaron a su mente cuando sintió sobre él los ojos del castaño.
Se aclaró la garganta y se irguió en su lugar, tratando en vano de volverse a concentrar en la película.
Los minutos pasaban, ya habían terminado de cenar y la película estaba por finalizar.
Tony recuerda que tenía mucho sueño y que sus ojos se cerraban involuntariamente mientras luchaba por mantener su cuerpo firme, estaba entrando en la inconsciencia cuando sintió que lo acomodaron con delicadeza sobre algo suave y que olía espectacular, el creyó en ese momento que se trataba de alguna almohada, así que se acurrucó aún más mientras terminaba de caer en el mundo onírico.
*Fin del flasback.
Oh no, ahora sabía que no había sido una almohada, sino el pecho de Steve.
Pensó entonces: "¿Fue él quién me atrajo a su cuerpo?, ¿O fui yo el que se dejó caer?
Fuese como fuese los resultados fueron los mismos.
Durmieron juntos y, estaba más que claro, abrazados.
ººº
Steve se reclinó por completo en el sofá y respiró profundo.
¿De verdad se había atrevido a tanto?
Es que no había podido evitarlo, ver a Tony dormitar a su lado mientras hacía su mayor esfuerzo por mantenerse despierto lo enterneció demasiado.
Y no, él no lo tocó; al principio.
Fue Tony quién se dejó caer sobre su hombro, aunque claro, no estaba consciente.
Pero él sí, y a pesar de eso le ganó su impulso y lo pegó más a su cuerpo rodeándolo con un brazo.
¡Es que vamos! Se veía tan tierno y pequeño, y simplemente fue imposible desechar esas ganas inmensas que sintió de protegerlo y no dejar que nada jamás lo tocase o lastimase. Sin darse cuenta el sueño también fue apoderándose de él, y recostando su cabeza sobre la de Tony se dejó ir.
Aquellos recuerdos le hicieron sonreír, estaba seguro de que Tony se había dado cuenta pero lo dejaría así, haría como si no estuviese enterado de nada y le dejaría el resto al destino.
Se puso de pie dispuesto a ayudar a Tony con el desayuno.
Pero no sé imagino que encontraría a un Tony completamente sonrojado, apoyado sobre el lavabo y con una expresión de completa vergüenza.
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