Segundo capítulo: Quédate conmigo.

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Después de aquella noche, la forma en la que Kaneki se comportaba con Tsukiyama cambió. ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Dos, tres meses quizá? Poco importaba. Kaneki parecía atrapado en la noche en la que se había despedido de su antigua vida, al contrario que Tsukiyama, que se alegraba de haber comenzado una nueva con él. Pero la situación era todo lo contrario a lo que había imaginado. Ni el pequeño espacio del piso en el que ahora vivían los dos solos podía salvar la distancia a la que se encontraban sus corazones. Y eso a Shuu le dolía.

Por eso, una noche despues de su habitual cena en silencio, Kaneki se levantó de la mesa para dirigirse a su cuarto, del que salía lo menos posible. Pero Tsukiyama estaba más que cansado de su actitud y, sobre todo, le dolía verlo en ese estado.

Así que evitó que se fuera agarrándolo por el brazo. Kaneki ni se giró para mirarlo.

-Sé que te sientes culpable por lo ocurrido esa noche... pero Kaneki, tú no tienes la culpa. Nadie podía hacer nada por ellos. Hiciste lo correcto ¿Que hay de malo en querer seguir con vida?

Kaneki se giró hacia Tsukiyama dejando que éste viera sus ojos llenos de lágrimas y apartó la mano con la que lo tenía agarrado con brusquedad.

-Si dices eso es porque no sabes como me siento. No entiendes nada. -Kaneki comenzó a llorar aún más y agarró el cuello de la camisa que llevaba puesta Shuu con violencia.- ¿De verdad crees que lo que quería era salvar mi vida? ¿Crees que dejé abandonado Anteiku por mí? -Kaneki sentía como la debilidad se adueñaba de su cuerpo y le faltaban las fuerzas. Ya no agarraba a Tsukiyama tan fuerte como antes y se dejó caer sobre él, hundiendo la cara en los pliegues arrugados que había hecho en su camisa.-Lo hice por ti. Lo dejé todo por ti. Pero esa noche tú...

-... no fui capaz de decirte lo mucho que te quería.

Kaneki levantó la cabeza y lo miró sorprendido. Había dejado de llorar, pero seguía teniendo algunas lágrimas en su cara. Tsukiyama las secó acariciando su mejilla, igual que había hecho Kaneki unos meses antes. Volvió a rodear su cara con las manos. Y esta vez, cuando se inclinó hacia él, lo que besó fueron sus labios.

Tokyo Ghoul: Another end.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora