Tokyo Ghoul: Another end.

Tercer capítulo: No te separes de mí.

Tsukiyama rodeaba el cuerpo semidesnudo de Kaneki en un abrazo, mientras sus manos acariciaban su espalda y sus labios recorrían su piel. Al principio intentó resistirse. "Sólo es un beso, puedo controlarme" pensaba. Pero la alegría que le había provocado la confesión de Kaneki pronto se convirtió en la necesidad de liberar todo el deseo que tanto se había esforzado por ocultar aquellos meses. "Sólo es un beso", se repitió a sí mismo. Pero antes de darse cuenta, sus labios ya habían bajado hasta el cuello de Kaneki y en el momento en el que éste soltó un pequeño gemido, Tsukiyama supo que no podía conformarse sólo con un beso.

Así que cuando lo cogió en brazos y lo llevó hasta su cama, esperaba algún tipo de rechazo o queja por parte de Ken. Pero eso no ocurrió. Kaneki miró a Tsukiyama con ojos llorosos y las mejillas de un tono rojizo y extendió uno de sus brazos indicándole a Shuu que podía acercarse a él, ya que notó su indecisión.

Tsukiyama cogió su mano y la besó, continuando los besos por su brazo y después su cuello hasta volver a los labios de Kaneki, mientras se acostaba sobre él.

Apartó un mechón largo de su cara y, al tocarla, se dio cuenta de la temperatura a la que se encontraban sus mejillas, algo que hizo que se ruborizara aún más. La vergüenza que sentía hizo que girara la cara hacia un lado para evitar la mirada de Shuu. Él sonrió y besó su mejilla.

-Me gusta comprobar que, a pesar de todo lo ocurrido, sigue quedando dentro de ti algo del joven inocente y vergonzoso que eras cuando te conocí.

Kaneki volvió a mirar a Tsukiyama fingiendo una expresión seria.

-Por aquel entonces querías comerme.- Intentó decirlo con un tono grave, pero se le escapó una sonrisa sin poder evitarlo.

Tsukiyama también sonrió al recordar aquella época.

-Bueno, esta noche no estoy tan lejos de conseguirlo.

Los dos se miraron a los ojos y a Kaneki le comenzaron a temblar ligeramente las piernas. Tsukiyama se dió cuenta.

-No te preocupes. Prometo que tendré cuidado.- dijo susurrando en el oido de Ken.

Esa noche se entregaron por completo el uno al otro. Sin preocupaciones, problemas o errores del pasado. Sólo ellos dos. Esa noche significaba el comienzo de su nueva vida juntos.