capítulo 10♡

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¿Qué hace un vampiro aquí?

Aunque estemos en los límites de la manada, está dentro.

Se ve realmente mal.

De a poco me fui acercando a el, la sangre en sus brazos se estaba secando, el pantalón que lleva puesto está rasgado y roto por doquier, sin nombrar que también tiene bastante sangre seca, con lo débil que se ve, no creo que me pueda hacer daño de ningún modo.

-¿Qué haces aquí?- tengo que ayudarlo, pero no puedo llevarlo a la mansión así cómo así.

-Escapando, m-mi clan me hizo esto, no t-tengo otro lugar- suspiró tratando de tomar fuerzas -No soy malo, no te haré daño, lo prometo- terminó diciendo mientras me miraba en formar de piedad.

-¿Por qué tu clan te hizo esto?- pregunté mientras lo ayudaba a sentarse.

Oficialmente mis manos estaban llenas de sangre.

-No soy como ellos, ese clan sólo mata a lo primero que se cruce, sea lo que sea, yo no... no quiero hacerlo, y eso no les gustó- Su voz transmitía vergüenza, tiene vergüenza de si mismo, se que hay clanes así, no les importa cuantos años, de que rango, o que especie seas, sólo quieren matar y destruir.

-Ven- Lo ayudé a levantarse, con su mano al rededor de mi cuello comenzamos a caminar hacia la mansión -¿Cómo te llamas?.

-Cedric- me miró de reojo -¿y tú?.

-¿Cedric? ¿Como el chico de harry potter?- Solté una risilla, pero el parecía confundido -Lo siento, amm yo me llamo Oriana.

-Mi salvadora tiene un lindo nombre- Ahora sí, los soltamos una pequeña carcajada.

-Gracias- Le dediqué una sonrisa y el asintió.

Después de caminar unos minutos, a lo lejos se veía la mansión, cedric también lo noto y paró en seco.

-Deberíamos rodearla para llegar a tu casa, no creo que sea buena idea que me vean- La preocupación se le notaba.

-Yo vivo en la mansión- La cara de cedric era todo un poema.

-Y-yo- No lo dejé continuar.

-Oye tranquilo, soy la luna, no te van a hacer nada- La cara de sorprendido me dio risa.

-Muchísimas gracias luna, le debo mucho - Intento hacer una reverencia, pero inmediatamente se quejó del dolor.

-Está bien, está bien, sigamos.

Estaba nerviosa, bastante, no quería volver por Fredric, pero no puedo dejarlo cedric así, además no sé cómo van a reaccionar los demás.

Ya que era de noche no había casi nadie en las calles, sólo los guardias.

No encontrábamos ya en la puerta, mi mano se encontraba en la manija, nos dimos una última mirada con cedric, los dos sabíamos que no iba a ser fácil entrar como si nada.

Hasta que por fin tuve el valor.

Apenas pusimos un y PUM ya teníamos a todos en frente por la

Por la posición en la que estában parecía que fredric y yael discutían, y los otros los rodeaban.

Sus ojos pasaban de mi a Cedric como si de una pelota de tenis en un partido se tratara.

Me dirigí al sillón de sala ignorandolos, senté a cedric, sabía que un botiquín no ayudaría, necesita bañarse y luego curare sus heridas.

• Eres Mía , Brujita •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora